Santos y Pecadores: El resurgimiento de la Costa de Oro

Por Abisaí Barajas

11 / Noviembre / 2013

Con la construcción del Canal Centenario y del Agroparque, en donde el Gobierno del Presidente de México Enrique Peña Nieto invertirá nueve mil millones de pesos, sin duda se comienza a escribir el futuro del campo mexicano. Al menos en eso coinciden los expertos en la materia que han celebrado el anuncio presidencial hecho hace unas semanas en Nayarit.

La noticia ha corrido como reguero de pólvora en comunidades campesinas de municipios costeros como Santiago Ixcuintla, que entre otros, serán beneficiados con la monumental obra del Canal Centenario, que vale la pena recordar, incorporará a la superficie de riego más de 43 mil hectáreas con posibilidad de sacar dos o tres cosechas anuales.

El anuncio ha sido celebrado por productores de maíz, trigo, sorgo, arroz y frijol, quienes esperan reactivar su economía al incluir sus tierras al sofisticado sistema de riego a gran escala y consolidar así el sueño del renacimiento del campo nayarita, o mejor dicho, el resurgimiento de la entrañable Costa de Oro.

De acuerdo al Foro en Defensa del Maíz, en México, a pesar de todo lo que se hacho por exterminar a los campesinos, todavía existen 25 millones. De los cuales, el 75.2% vive por debajo de la de pobreza o de alta marginación. Por lo que se calcula que 15 millones de niños que viven en el campo lo hacen en condiciones de pobreza. Datos fuertes, ¿no?

De esos 25 millones de campesinos forma parte un porcentaje de familias nayaritas que son resultado general de una crisis agrícola permanente, creada durante numerosas décadas de políticas agrícolas que buscan financiar parte de la industrialización y el desarrollo del país con productos agrícolas pagados por debajo de su valor.

Sobre todo, son el nefasto resultado de diversas políticas agrícolas neoliberales que buscan deliberadamente subordinar a la agricultura mexicana a los intereses de la agricultura estadounidense. Tal el caso de prácticamente todas las políticas agrícolas aplicadas por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el famoso TLCAN.
Y hay verdad en eso, a partir de la firma del TLCAN el gobierno mexicano dejó paulatinamente de apoyar el campo. Comparemos el presupuesto asignado al campo en 1995, con el 6.4% del total del presupuesto federal, con el del año 2000 que fue del 2.9%. En tanto que el crédito agrícola que abarcaba 6.5 millones de hectáreas en 1993, en el 2000 sólo apoyaba a 750 mil hectáreas.

Si le echamos una mirada a los números de la historia, podremos percatarnos que en los primeros 5 años del TLCAN (1994-1999) las compras totales de granos a Estados Unidos y Canadá ascendieron a 58.8 millones de toneladas, lo equivalente a dos años de la producción nacional y a 757 millones de dólares.

El monto anterior se traducía básicamente en el presupuesto del PROCAMPO para una década; además granos básicos como el maíz, frijol, trigo y sorgo perdieron valor (precio) de un 45% a un 55%, generando la tremenda crisis que llevó a la ruina a miles de productores que intentaron rescatar la vida de sus tierras invirtiendo sin rescatar el costo de la producción.

Las cifras comparativas, en verdad resultan desleales y obscenas para millones de campesinos que durante décadas buscaron mediante marchas, plantones, bloqueos y pronunciamientos, llamar la atención del Gobierno de la República para obligarlo a invertir recursos en el sector campesino mexicano.
Justo cuando la esperanza parecía morir y no había quién creyera de nuevo en el campo de Nayarit y de México, vino el pronunciamiento del Presidente Enrique Peña Nieto a oxigenar la esperanza moribunda, esa misma que busca convertir Nayarit en el granero de México y cambiarle la historia al destino de miles de familias campesinas.

Tras varias décadas perdidas, pese a la llamada Revolución Verde, se vislumbra un nuevo futuro para Nayarit y nuestra querida Nación que quiere campesinos de pie, orgullosos de hacer producir la tierra, pero sobre todo, mexicanos comprometidos a comprar lo que nosotros mismos consumimos, para crear un círculo virtuoso en beneficio de la economía.

Amigos lectores, no dejo de reflexionar en el tema del Canal Costa de Oro y del Agroparque para Nayarit, obras trascendentales o históricas apoyadas y gestionadas por el Gobernador de la Gente Roberto Sandoval, un gobernante emprendedor, comprometido con quienes le confiaron el cargo para cambiarle la historia a nuestro estado.

Por hoy es todo, nos leemos en la siguiente entrega de Santos & Pecadores, les deseo que tengan un inicio se semana exitoso, productivo y lleno de buenas y altas expectativas...