Santos y Pecadores: PAN y PRD, partidos fracasados...

Por Abisaí Barajas

20 / Noviembre / 2013

El Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), comparten entre sí la desdicha de la confrontación interna que de no superarse en la víspera del proceso electoral del 2014 podría enviar a ambas instituciones políticas al fracaso social y al olvido ciudadano. El feliz ganador será (o sería) el PRI.

Alguna vez el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano describió a su partido como un instituto que no ha trabajado en su organización y fortalecimiento territorial y por el contrario, se distingue por contar entre sus filas con tribus, cuotas de sectarismos y oportunismos, de clientelas y no de militancias libres y conscientes.

En la misma tesitura de definición podría caber fácilmente el Partido Acción Nacional (PAN), que sólo en tiempos preelectorales y electorales se aprecia trabajando y haciendo grilla; a la par, embiste mediáticamente a todos aquellos que se oponen a los muy particulares intereses de quienes manejan a su antojo esta franquicia política.
El mismo Cárdenas Solórzano, figura clave del perredismo en México, ha puesto los puntos sobre las íes y subraya que el PRD está en decadencia, y para corroborarlo basta con ver los resultados de las últimas elecciones federales en las que el partido del sol azteca ha perdido diputaciones federales, alcaldías y gubernaturas.

En su artículo ¿Qué sigue para la izquierda en México?, publicado a principios del presente año en su blog, Cuauhtémoc Cárdenas lanzó una dura crítica al PRD por sus alianzas electorales, así como por su costumbre de ser un partido de cuotas, en función de corrientes o sectas y no en beneficio del sol azteca y menos del País.

El líder moral del PRD, advierte que un partido con estas condiciones internas (y de características similares a las del PAN, diría yo), está destinado al achicamiento y al fracaso en cualquier municipio o estado, lo que nos hace entender que los vicios y fallas del perredismo son los mismos en todos los rincones de México.
¿Y las alianzas? ¿Cómo las ve el tres veces candidato presidencial? ¿Las avala? ¿Se valen para un partido que busca la modernidad y un cambio estructural para México? ¿Considera necesario que el PRD se alié con el PAN sólo por ganar por ganar y repartir el poder como si fuera botín? ¿Es moral una coalición con el partido que les robó el poder en 2006?

Obviamente, Cuauhtémoc Cárdenas las rechaza y condena, de hecho considera que el PRD debe ser un partido de una sola línea, por lo que no pueden repetirse las alianzas electorales con partidos que mantienen posiciones diametralmente opuestas a las del PRD, como ha sucedido en los últimos años con el PAN.
De acuerdo con Cárdenas, quienes impulsan las alianzas desde el interior del partido amarillo, no alcanzan a vislumbrar que tras un proceso electoral conducen al PRD un desastroso tercer lugar, del que cada vez resulta difícil salir. Ello sin medir que poco a poco los mismos militantes pierden la confianza en los principios partidistas y sus dirigentes.

El tema de la decadencia en el PRD parece ponerse de moda, sobre todo ahora que está en puerta el proceso interno para renovar la estructura de su Comité Ejecutivo Nacional, en el que varios jefes de diversas tribus se disputan el bastón de mando, e incluso, ya se tiran indirectas de vendidos o comprados.

De hecho, antier lunes, a través de su cuenta de Facebook Marcelo Ebrard, candidato a la dirigencia nacional del PRD, sostuvo que el PRD es la sombra de lo que quería ser. Vive el peor momento de su historia después de que en 2006 estuvo con un pie en Palacio Nacional, aunque el panismo y los poderes fácticos hicieron transa y media para impedirlo.

Y así amigos lectores, mientras al interior del PRD hay voces de perredistas de cuño que rechazan y condenan las alianzas, también hay algunos vividores que las impulsan para lograr posiciones políticas muy personales más no partidistas ni ideológicas. Ejemplos hay muchos en Nayarit, es cuestión de girar la cabeza y fijar nuestra mirada en algunos personajes.
Es entendible entonces el interés del PAN por utilizar al PRD en la próxima contienda electoral, más aún cuando la caballada está flaca y cuenta con aspirantes azules quemados, gallos jugados y con el fantasma del fracaso encima de ellos, los cuales han competido y no han logrado victorias dignas de destacar.

Hace no muchos días el líder de los senadores del PRI en la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, decía que una alianza PAN-PRD (en cualquier municipio o estado) sería algo así como un engendro sin la mayor posibilidad de éxito, al argumentar que las alianzas entre enemigos que no se respetan son contranatura.
Así, con estos ejemplos culmino mis reflexiones de hoy en torno a la sonada alianza que tanto promueven personajes oportunistas y vividores. Nos leemos en la próxima entrega de Santos & Pecadores, en la que habremos de analizar los cartuchos quemados con los que quiere jugar el PAN en el próximo proceso electoral del 2014. Hasta entonces...