EL ITACATE: Ritmo y Vibración; Causa y Efecto: Creación.

Por Agustín Almanza Aguilar

21 / Noviembre / 2013

Todo efecto tiene una causa, y viceversa. Es ley natural. La casualidad, la suerte, no existe, es una ilusión vana. Existe un plano existencial en el universo cósmico donde impera y reina la causa de todas las causas, dimensión a la cual se puede acceder, ascender, obteniendo dominio sobre todo efecto. Pero esta experiencia, el medio por el cual se palpa este nivel de espíritu, no está al alcance de nosotros, pobres mortales que, siendo cotidianamente arrastrados por el vacuo flujo de la vulgar realidad, andamos siempre como sonámbulos, como zombis, androides o cyborgs, esclavizados por una especie de deletreo sopor, sin –al parecer- la esperanza de un despertar a la vida verdadera Andamos, caminamos, nos arrastramos, como seres trágico-cómicos en este gran teatro de la existencia terrenal; verdaderos locos sin brújula ni timón.

Este fenómeno ha sido aprovechado criminalmente por mentes perversas, manipuladoras de esta ancestral ignorancia, para esclavizarnos y utilizarnos como carne de cañón para sus maléficos planes de control político y religioso. Allí están –cuando ven en peligro sus ambiciones y el temor de ver destruido su maligno ídolo del becerro de oro, por parte de garbanzos de a libra, de esos pensadores despiertos y en estado de alerta intelectual- los crímenes de Estado, o la Inquisición

Para no ir tan lejos: el caso de Jesucristo, y punto. Combatió la corrupción, la impunidad, y la complicidad de la Gran Bestia, a la que se señaló como verdadera gobernante del mundo. A los poderosos los llamó hipócritas, sepulcros blanqueados, sino seres que apartaban piedad y moralidad espiritual, que oraban ante sonidos de trompeta previos en el templo, pero que dentro estaban llenos de inmundicia y pestilencia. Y así los hay ahora en muchos políticos y religiosos, de todos los partidos y todas las miles de iglesia que pululan por doquier.

Han olvidado a Dios, esa es la verdad.
Ya no hay, casi quien lo busque. Y Dios es la Causa de todas las Causas, la verdadera realidad.
En vez de ser maestros de la Gran Obra hemos venido a ser peones de seres malignos, que saben que Dios existe pero lo niegan con sus hechos.
La gente le tiene miedo a la libertad; somos cobardes para tomar las riendas de tan importante responsabilidad. Preferimos, cómodamente, que nos manden y no mandar.

Y todo fluye y refluye, todo avanza y retrocede, asciende y desciende; el péndulo que conlleva al movimiento de la derecha a la izquierda: el ritmo creador eterno, es un ir y venir, una alternancia de la polaridad del Rebis, del Compuesto de Compuestos, de las dos naturalezas del ser manifestado.
El verdadero Arte y la verdadera Ciencia radican en el equilibrio y la armonía pero –y hay que enfatizarlo siempre-, en la Música el Silencio está lleno de notas, acordes, melodías, y Dios mora en lo oculto, y se manifiesta en la Naturaleza.
FINIS TERRAE: