REDESCUBRIENDO: Francisco Villa y los villistas.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

25 / Noviembre / 2013

La personalidad de tan singular personaje nos orilla a considerar con extremo cuidado el tratado de su biografía. Sus emociones y sus sentimientos expresados muchas veces en actos incomprensibles, deben tomarse en cuenta en las decisiones que fue tomando en la coyuntura revolucionaria. A final de cuentas las consecuencias que tuvo de sus acciones nacieron dentro de él mismo.

Francisco Villa nace en el estado de Durango en 1878. Su verdadero nombre es Doroteo Arango. A los 14 años de edad, era un bandido con experiencia, lo que limitó las posibilidades de ir a la escuela. Por si fuera poco, a esta edad era el segundo al mando de una banda de asaltantes. Algunos de sus biógrafos mencionan que Villa incluía el asesinato en los asaltos que realizaba. Era un hombre despiadado con sus enemigos; pero benévolo con los desprotegidos y los que eran leales a sus pretensiones. Poco a poco se hizo de dinero hasta alcanzar un nivel de vida cómodo, lo que le permitió estimular con bienes a todas las personas que demostraban fidelidad a su movimiento.

Para 1910 se une al levantamiento armado de Madero y se convierte en el segundo del ejército maderista. Junto con Pascual Orozco toma Ciudad Juárez con el propósito de poner a Madero en el poder y exiliar a Porfirio Díaz. Después del golpe de Estado de Victoriano Huerta, Villa y Carranza se tornan en contra del huertismo para hacerle frente por su actitud tirana. Villa es considerado junto con Zapata un caudillo que despertó fanatismo en las masas, ya fuera para integrar la poderosa División del Norte y el Ejército Libertador del Sur o para formar guerrillas temibles y efectivas. (Berta Ulloa, 2001)

Villa nunca tuvo un proyecto de nación propio con cambios significativos para el mejoramiento del país. De hecho, los campesinos que conformaban su ejército no tenían necesidad de tierras. Villa no perseguía un proyecto nacional de cambio social profundo. En su Ley General Agraria se limita (al igual que Zapata) a pronunciar su visión sobre el reparto agrario en el país. Su mismo carácter lo llevó a tener desacuerdos con personajes relevantes. Tuvo desacuerdos políticos marcados con Carranza originando fuertes tensiones entre ambos. Aunque tenía el ejército más organizado y disciplinado de todas las facciones armadas, Villa careció de visión social nacional, por lo tanto, el villismo no fue un movimiento revolucionario estrictamente hablando. Hasta la próxima. redescubriendo@hotmail.com