Nayarit Plural: Caos de camiones y taxis en las calles de Tepic, inspectores de padrotes

Por Fernando Gutiérrez Meza

06 / Diciembre / 2013

Un riesgo latente cruzar las calles del primer cuadro de Tepic, los trabajadores del servicio urbano llámense camiones, taxis amarillos, rojos, vedes o blancos, se creen dueños de las vialidades y les importa un cacahuate los ancianos, las mujeres, los niños o jóvenes que pretendan pasar de una acera a la otra, estos lo tienen que hacer cuando tengan la oportunidad y de haber necesidad corriendo o toreando a las pesados camiones premier o lo viejos y destartalados transportes que todavía existen.

Es lógico que ante el crecimiento de la capital nayarita las avenidas y pequeñas calles del otrora Tepic de unas décadas anteriores, quedaron insuficientes, para la vialidad de miles de automóviles y cientos de camiones públicos, pero tampoco las autoridades competentes realizan determinada acción o programa en que se eviten los embotellamientos y riesgos de accidentes fatales ocasionados por los camioneros que siempre andan como borrachos o drogados o escuchando corridos de narcos.

De cualquier ciudadano de a pie son conocidas las paradas del transporte urbano, como es la calle Puebla y Lerdo a un costado de la Presidencia Municipal de Tepic, otro punto se tiene en Lerdo y Durango o en Morelos y Veracruz o Zapata y la Plaza Antigua en Hidalgo y Zacatecas, todos en pleno corazón de Tepic.

En algunos de esos puntos existen en ocasiones agentes de Tránsito Estatal o las estorbosas patrullas con inspectores a bordo, pero de nada sirven, los agentes de a pie se la pasan cachando moscas todo el día o cazando a los choferes del taxi o camión para exigirles se pongan la del Puebla, bajo el argumento que los protegen cuando lo requieran o les permiten minutos estacionados aunque bloquen otras arterias.

Por su parte, los inspectores la mayoría del tiempo permanecen a bordo de la patrulla en parejas, oliéndose los pedos y coqueteando con las muchachas que trabajan en los negocios ubicados en esas paradas de urbanos, pero nunca, ni siquiera de broma salen en auxilio de la viejecita o mujer que intenta pasar las invadidas y peligrosas calles del primer cuadro.

Ya perdió la cultura del respeto ciudadano y la educación vial que imperaba hace unos años.

Aunado a la irresponsabilidad de conductores del servicio público que a diario provocan accidentes o matan a transeúntes, se suma también a la invasión de las banquetas del primer cuadro de la capital nayarita, por donde el ciudadano no puede siquiera caminar por las distintas aceras, al estar invadidas por comercios tanto formales como informales que sacan la vendimia hasta a las calles, cuando se supone en el caso de los negocios establecidos deberían estar en el interior, a nadie le importa regular esa situación por los supuestos compromisos con funcionarios corruptos que prefieren hacer negocio y aprovechar el poder temporal que les confiere sus gobernantes, mientras que al pueblo se lo lleve patas de catre o los proteja el patrón chayón

Aunque sería pedirle peras al olmo, ojalá en algún momento de lucidez se le ocurra al director de tránsito estatal, Agustín Flores Díaz, tomar cartas en el asunto, y buscar alguna medida de disminuir ese tipo de problemas en el centro de Tepic, aunque mucho se duda.

Eso se ha observado desde anteriores cargos desempeñados en que su paso ha sido gris y de noche, por eso, sus inspectores y agentes se conducen rascándose la barriga en las patrullas y padroteando en el primer cuadro, mientras que otros se la llevan gallineando en las orillas de la ciudad. En fin.