Santos y Pecadores: Política, Alcohol y Prohibiciones...

Por Abisaí Barajas

09 / Diciembre / 2013

A lo largo del tiempo, aquí y en Roma, el alcohol ha caracterizado a figuras del poder y la política. Es un placer que para bien o para mal, ha estado presente o ausente en el ejercicio del poder de quienes han protagonizado los pasajes de la humanidad en toda la historia. Lo consumían los egipcios, los griegos y hasta los cristianos.

Estudios antropológicos evidencian que ciertas bebidas alcohólicas fermentadas, como el vino y la cerveza, eran ya consumidas hace al menos cinco mil años o más. Las bebidas con alcohol, por su naturaleza y sus efectos, se vincularon pronto con lo divino y se asociaron a los rituales religiosos.

Y mientras que para los cristianos el vino es una de las materias de la eucaristía, que simboliza la sangre de Cristo, el hijo de Dios, para otras culturas y mentalidades (como la mexicana), el alcohol ayuda a desprendernos de las preocupaciones y de momentos difíciles por los que nos hace pasar la vida.

El alcohol pues, puede tener una infinidad de simbolismos, significados y representaciones. Mientras que para unos es saludable tomar diariamente una copita de vino tinto para mantener en forma el corazón, para otros es una costumbre convertida en enfermedad difícil de erradicar llamada alcoholismo.

El alcoholismo ataca parejo, a pobres y ricos, a hombres y mujeres, e incluso a niños. Quienes tampoco se escapan a esta realidad son los miembros de nuestra clase política de México y Nayarit, quienes suelen representar sainetes, circos y espectáculos que podemos ver en las redes sociales como el Twitter, Facebook y Youtube. Videos y fotos hay por miles.

De nuestra clase política podemos presumir muchos, los hay en el PAN, en el PRD, en el PRI y otras organizaciones filiales o enemigas de estas instituciones políticas. Algunos son, dicho en toda la extensión de la palabra: auténticos borrachos escandalosos.

Recientemente un personaje del PRD fue llevado ante las autoridades policíacas, tras ser sorprendido conduciendo un vehículo en completo estado de ebriedad y provocando un riesgo para las familias que transitaban por el Libramiento Carretero de Tepic. Hasta eso, el ex diputado no se alebrestó y aceptó dormir en chirona.

El tema viene a colación porque como ciudadanos debemos tener conciencia de que la Ley de Tránsito y Transportes del Estado de Nayarit, en su artículo 21, prohíbe a conductores de vehículos, en su Fracción III: conducir en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas, enervantes, estupefacientes o cualquier otra sustancia tóxica.

El Título Octavo de la misma ley, que establece Infracciones y Sanciones, añade que a quien conduzca cualquier vehículo y tengan una cantidad de alcohol en la sangre superior a 0.8 gramos por litro o de alcohol en aire expirado superior a 0.4 miligramos por litro, se le aplicará una multa de 80 hasta 100 días de salario mínimo general vigente en el estado.

En tanto reponen la falta, deberán permanecer en la cárcel para evitar que representen un riesgo para terceros en las calles. Esta prohibición es pareja para ciudadanos libres y políticos encumbrados en el poder, la cual vale la pena promocionar entre todos para evitar que la ley nos sorprenda embriagados y conduciendo algún vehículo.

Deben ser los miembros de la clase política, los que comiencen a poner el ejemplo y a respetar las leyes vigentes, para que los demás ciudadanos nayaritas nos acostumbremos a la aplicación de los reglamentos que nos rigen para vivir en un mejor entorno. Ya es hora de disminuir la incidencia de accidentes viales provocados por personas ebrias.

Es hora de comenzar a votar por políticos que no toman alcohol, porque a la larga conviene a los propios electores, ya que habremos elegido gobernantes sanos y dedicados a su trabajo, y en consecuencia viviremos en un estado en permanente desarrollo para el beneficio de nuestra propia sociedad.
Por hoy es todo amigos, nos leemos en la siguiente entrega de Santos & Pecadores, en la que habremos de destapar a varios aspirantes a puestos de elección popular, cuyos nombres resultarán una verdadera sorpresa para propios y extraños. Hasta la próxima...