VISOR NAYARITA: VISOS DE LA REFORMA POLITICO ELECTORAL

Por: Francisco Pérez Gómez

09 / Diciembre / 2013

Tal como se esperaba la semana próxima pasada, el Senado aprobó la reforma política-electoral la cual establece cambios al sistema político mexicano, la citada reforma contempla la modificación a más de 25 artículos de la Constitución y la reelección de senadores, legisladores y alcaldes así como la creación del Instituto Nacional de Elecciones (INE) (en sustitución del IFE manteniéndose los Institutos Electorales de los estados), y la posibilidad de gobiernos de coalición. Al fijar su postura, el Partido Revolucionario Institucional, manifestó que dicha reforma trata del rediseño de las nuevas figuras del sistema político, en el que el Congreso tendrá relevancia en la ratificación del gabinete presidencial para fortalecer un Estado con instituciones que respondan a las demandas sociales, por su parte Acción Nacional recordó que esa bancada condicionó la aprobación de reforma política a la de la energética y que los cambios aprobados en materia de reelección permitirán empoderar a la ciudadanía para elegir o castigar a sus gobernantes, en tanto, el Partido de la Revolución Democrática reconoció los avances sustanciales de esta reforma en materia política y rendición de cuentas, temas que, según su óptica fortalecen la participación ciudadana, sin embargo anunció que su partido presentaría una serie de reservas, porque aducen que es insuficiente el tema de la transparencia y la fiscalización en campaña por lo que su partido propondría un sistema de nulidades de las elecciones federales o locales por violaciones a límites de gastos de campaña, a la utilización de recursos de procedencia ilícita y al desvío de recursos públicos o la compra de cobertura informativa o de tiempos en radio y televisión. La Reforma que entrara en vigor hasta el 2018 plantea la creación de una Ley de Partidos Políticos, que tendrá efectos a nivel nacional y estatal, Asimismo se establece que los senadores podrán ser electos hasta por dos periodos seguidos y los diputados hasta por cuatro periodos consecutivos, lo que equivale, en ambos casos a 12 años.

Tal como se señalo líneas arriba, la citada reforma incluye que el Presidente de la República podrá optar por un gobierno de coalición con uno o algunos partidos políticos, en caso de optarse por un gobierno de coalición, el Senado ratificará a los Secretarios de su gabinete, excepto los encargados de la Defensa Nacional y Marina, además la Procuraduría General de la República (PGR) se transformará en una Fiscalía General de la República y aunque se plantea su autonomía, su titular podrá ser removido por el Ejecutivo federal por causas graves. En caso de que no haya coaliciones, será la Cámara de Diputados quién tenga la facultad de ratificar al Secretario de Hacienda, lo que deja en claro que la reforma en comento otorgara al Congreso nuevos poderes y responsabilidades; de la misma manera las entidades federativas podrán establecer la elección consecutiva para presidentes municipales, regidores y síndicos, hasta por un periodo extra. La postulación sólo será por el mismo partido o alguno que lo haya postulado, o por la vía independiente si así fue electo la primera vez. También se establece que el porcentaje de votación para mantener el registro como partido político pasará de dos a tres por ciento. Los candidatos independientes tendrán acceso a las prerrogativas y tiempos de difusión para campañas, tales consideraciones electorales deberán publicarse a más tardar el 30 de junio de 2014.

Ahora bien, quienes defienden la reelección exponen que es derecho de la ciudadanía elegir y reelegir a la persona que se quiera, argumentan que la reelección le da a los ciudadanos la posibilidad de elegir con mayor libertad al gobernante, aducen que la misma permite a los ciudadanos premiar a sus representantes que han ejercido bien el poder y que por lo tanto merecen el reconocimiento popular. En otra vertiente, la reelección en principio no es aceptada por la mayoría de la ciudadanía porque actualmente los representantes populares y las figuras públicas no gozan de buen prestigio y credibilidad, además, durante varias generaciones, la no reelección fue asumida como un principio fundador y prácticamente incuestionable del Estado y del régimen político mexicano y muchas de nuestras generaciones fueron educadas en ello lo que dificulta la aceptación directa de la multicitada reelección, tal vez, aducen algunos por la escasa difusión de sus posibles beneficios si es que los hay porque la opinión generalizada es de que la actual clase política se está despachando con la cuchara grande asegurando su status, prebendas y canonjías personales y familiares dentro del sagrado presupuesto público sin tomar en cuenta las prioridades y verdaderas necesidades de la mayoría de sus representados; entramos pues, en una nueva aventura política que según algunos nos regresa a tiempos dictatoriales y según otros es necesaria dadas las condiciones actuales de pertenecer a un sociedad globalizada.

Esperemos y comentaremosfrago2009@hotmail.com