EL ITACATE : MARÍA JOAQUINA DE LA PORTILLA TORRES
TODA UNA ÉPOCA DE ROMANTICISMO.

Por Agustín Almanza Aguilar

11 / Diciembre / 2013

María, la Grever, nació allá por el año 1884 (o 1885) un 14 de septiembre ¿en León, Guanajuato, o en Jalisco? Otros dicen que en un barco, en altamar, cuando sus progenitores viajaban a España. Por lo pronto éstos fueron Francisco de la Portilla (de origen Sevillano) y de Julia Torres Palomar (Jalisciense), ricos hacendados de Otates, pintoresco pueblito ubicado en Lagos de Moreno, Jalisco; nació en la opulencia la Chiquitina, quien, a los nueve años escribiría su primea composición, Villancico Navideño, que se escuchó mucho y cantó –nos cuentan- en Europa.

Siendo aún niña sus padres la llevaron a radicar a España (1885, precisamente), en Madrid. También le dio prurito de la poesía. Viendo sus padres el talento de la niña, fue enviada a estudiar con -¡Casi nadie!- Claude Debussy, al mismísimo París, Francia. Tenía 14 años. Luego fue alumna de Franz Lehar, de quien fue aconsejada con este pensamiento: No te sujetes a ninguna técnica musical; deja, mejor, que tu inspiración será espontánea y sincera.

Al fallecer su padre, regresaron a México, a la capital, donde continuó sus estudios con su tía Cuca Torres, que tenía una academia de música y canto (como el CENIDEM) en la colonia Santa María la Ribera.

Siendo ya señorita conoció al gringo León Augusto Grever, con contraería nupcias después (1907), y procrearían tres hijos, Carlos, Carmen y una niña que murió al recién nacer. Se dijo que para esta bebita compuso Te quiero, dijiste

En 1913, viviendo en Nueva York, se nacionalizó norteamericana, y entonces comenzó a usar el nombre de María Grever. Su esposo la hacía sufrir mucho, y ella se refugiaba en la música, en su piano. Por cuestiones de trabajo, su marido regresó a México, y ella tuvo que subsistir sola en los USA, bordando pañuelos para venderlos y alimentar y vestir a sus cachorros, pero, como venía casi nada, decidió negociar sus composiciones, sin éxito alguno, que dizque por ser muy comerciales No se arredró y el destino le puso en el camino al mero José Mojica, que estaba actuando en Nueva York. Le grabaría, gustoso, Júrame, y luego La fama, y el dinero. Crearía más de 800 canciones. Pero había que acudir al llamado de Dios y, en abril de 1948, sufrió una parálisis, por embolia, de medio cuerpo, obligándole a moverse en silla de ruedas, hasta el final.

En 1949 vino a México con motivo de homenajes en su honor, y fue sacada al aire por la XEW, por don Emilio Azcárraga Vidaurreta. Más tarde relató su vida por radio y escribió su biografía, texto que serviría de base para la película Cuando me vaya, misma que interpretaría esa Lágrima hecha mujer, Libertad Lamarque (1953).

Murió en Nueva York en un hospital policlínico, un 15 de diciembre de 1951. Tenía 66 años de edad, descansan sus restos en nuestro país, en el Panteón Español.
FINIS TERRAE: Tipitipitín