Líneas: Cornelio Parra Camacho+ (El Capitán Chanclas)

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

09 / Enero / 2014

Fue un gran amigo y vecino de mi padre, don Pepe, (que le endilgó el apodo de Capitán Chanclas, como le llamaban coloquialmente) el abanderado del Catorce Batallón, (posteriormente de El Sol), a aquellos conjuntos pre-militares de Santiagoixcuintlenses que estuvieron entrenando para servir a su Patria, pero gracias a Dios terminó la Segunda Guerra Mundial y se quedaron como novias de rancho los integrantes de los Tres Batallones comandados por don José María, don Manuel Narváez y don Leonel Rodríguez.

Después fue su campamento oficial, el taller de zapatería propiedad de don Cornelio, en la esquina más famosa en su tiempo: la de Allende y Juárez.

Buenos cazadores y mejores cuates, protagonistas de muy buenas anécdotas de nuestro pueblo. Descanse en la Gloria don Cornelio junto con todos sus compañeros que se le adelantaron: Monchi Parra, El Choco Milk, Polo Arreola, el Güero Mon, Zapata, El Viejo Polo, el (como le decía) ingeniero Conejo Aranda, los Lomelí, el señor Cura don Demetrio Siordia, la Güera Raquel (su esposa) y tantos otros que allá están ahora muy contentos porque ya llegó su Capitán Chanclas... Sir Cornelius Vanderbilt... el Zar del Pozole de los Popis... –Una columna periodística que hizo famosa don Pepe en El Diario de Santiago Ixcuintla-.

Mi sentido pésame a Marco Antonio, Cornelio y hermanas... A los estimados Jojol y Mela – a sus sobrinos del Capi- y a todos los entrañables amigos que hizo en el Cerro Grande y en todo Santiago.

Como dato curioso, hoy 8 de enero, cumple cien años de nacido mi señor padre...

Cornelio tenía un gran sentido del humor, con todo respeto baste citar aquella anécdota de la que me tocó ser testigo: Estábamos el Choko Milk y yo esperando al Capitán en la esquina del Sol y de pronto venia a subir el escalón de la banqueta, con una falda entallada color negro que resaltaba lo blanco del cuerpo de Venus de la guapa Guille -hermana de Juanita, hijas de doña Delfina, la dueña de la tienda a un costado de la zapatería), cuando salió el Capitán listo para irnos al cine Ideal a ver una película de Juan Orol; al verla subir el Choko Milk, le murmura al Capitán -Mira Cornelio, a esta mujer ni los aires le jieden-. Y Cornelio le respondió al vuelo: -Y si le jieden, que se los huela su tiznada madre... La dama se sonrojó y nos dijo al paso: -Ay muchachos, no se aguantan...

Descanse en Paz nuestro gran amigo.
Control Señores Control Poco a poco se están yendo al Eterno Oriente, los viejos amigos de nuestro pueblo y de todos los que los conocimos o los que oímos -o fuimos parte- de sus anécdotas, que quedaron bien grabadas en el Libro de Oro de la Historia de Santiago Ixcuintla, Nayarit ¡Allá nos veremos muy pronto, Capitán!