Nayarit Plural: ¡¡UNA CAMPAÑA DE SOBERBIA Y VANIDAD!!

Por Fernando Gutiérrez Meza

10 / Enero / 2014

Estamos a unos meses de conocer los nombres, apellidos y rostros de los candidatos que buscaran los distintos cargos en los Ayuntamientos y el Congreso del Estado, que saldrán a las calles, las colonias, los asentamientos urbanos, poblados y comunidades indígenas, lugares a donde acudirán a conseguir el voto de la gente de a pie, de caballo, de bicicleta o de automóvil, bajo los argumentos ya muy trillados, que ahora si cambiaran el nivel de vida del pueblo y traerán el desarrollo de las pobres ciudades que gobiernos van y vienen y siguen iguales de amoladas, con pésimos servicios de agua potable, drenajes, calles destrozadas y luminarias fundidas.

La nueva ola de posibles candidatos nayaritas son hechuras de políticos anteriores que pasaron por distintos puestos, los compromisos y propuestas serán similares y conocidas desde hace décadas, en tanto que las campañas por lo consiguiente de chunga, milonga, bailes y jaripeos con bandas en los eventos políticos, regalos de cemento, ladrillo, cal, despensas, pelotitas de cincuenta centavos y la compra de credenciales de elector, todo bajo la complacencia de autoridades electorales, que influyen para facilitar a que los recomendados lleguen a los puestos.

La sociedad que tiene determinado nivel educativo no cree en los políticos, dado que varios han llegado a puestos de elección popular y una vez en los cargos se olvidan de su demarcación, distrito o cabecera municipal, simplemente jamás regresan ni de broma, sabedores que les van a solicitar la gestión de tal obra, el apoyo económico de X o Y enfermo, lo que significa desembolsar los recursos que reciben para gestoría y mejor prefieren quedárselos.

Aun así, existen cínicos que todavía no terminan una encomienda cuando pretenden dar el brinco a otro nuevo puesto de elección, aunque buscan la diputación o regiduría en un distrito o demarcación diferente de donde ya participaron, conscientes que no cumplieron con los electores y saben que más de alguno les dará con la puerta en las narices o les recordara el 10 de mayo al acudir con su cara de bembos y humildes, cuando de sencillez y solidaridad nada tienen y lo demostraron en su momento.

Esa aptitud se presenta tanto en hombres como mujeres y de cualquier corriente política, todos están cortados con la misma tijera, se conducen soberbios y vanidosos, y piensan que por hecho de haber llegado a un mugre cargo público el ciudadano de a pie, de burro o de bicicleta no los merece, y se sienten los dioses y salvadores, cuando la realidad son una bola de aprovechados y falsos que se hacen tontos solos, pero la desvergüenza y el deseo de seguir enchufados y tragando con manteca puede más que la dignidad, palabra que muchos no conocen y hacen lo que se les manda y piden con tal de seguir dentro dela cochina política.

Actualmente en nuestro país hemos visto decenas de gobernante de caricatura, que con bromas, vacilada y poca seriedad quieren conducir sus entidades, o quizá se manejen de esa forma y tragar a puños como se dice en el rancho, dado que en cuanto se suben a un ladrillo pierden piso, y más que servir al pueblo que los eligió, se sirven de él y resuelven la situación económica que atraviesan éstos y sus familias, se encargan de emplear a los amigos, amigas, conocidos, queridos o queridas, pero como reza la canción, no es novedad.

Por lo pronto, hay que esperar unos meses y conocer los nombres, apellidos y las caretas de los nuevos diputados, regidores o presidentes municipales y observar cual es la mejor opción, aunque la realidad no hay ninguna, será más de lo mismo.

No obstante, se espera como queden concretadas las Alianzas que pudiesen conformar los partidos políticos, o si éstos la jugaran por su cuenta, mientras tanto los calientes que alcanzan los mil entre varones como hembras, y otros de sexo indefinido, ya buscan al compadre, al padrino, al amigo o el conocido encumbrado en las altas esferas o con el señor de los cielos, con el fin que los respalde o bendiga con el dedo divino. Así las cosas.