Con visión ciudadana: HGC, alcalde en toda la extensión de la palabra

Enrique Vázquez Coronel

16 / Enero / 2014

Si de ejemplos queremos hablar siempre será mejor tratar sobre aquellos buenos aquellos que hacen creer a la ciudadanía que aun existe bien en las administraciones públicas que no todo está perdido y que el voto sufragado para elegir un candidato en específico puede llegar a rendir grandes frutos, pues para aquellos ejemplos negativos siempre sobra quien se quiera apuntar, quien aceptó un soborno, quien cometió peculado, quien traficó influencias, en fin históricamente es tan común ver malas acciones que se ha convertido en una regla en lugar de una excepción. Por ello cuando alguien hace las cosas bien, cuando alguien le entra de lleno a los problemas sociales y genera resultados dejándose bien puesta la camiseta de servidor público y cumpliendo a cabalidad sus funciones, no merece sino reconocimiento constante, no por desempeñar sus funciones pues ese es claro su trabajo, sino por romper paradigmas tan dañinos para la sociedad.

En estricto sentido y por definición propia un alcalde, es aquella persona que tiene el deber legal y humano de defender los intereses de sus conciudadanos mediante la ejecución de políticas locales que tengan por objetivo la mejora de la calidad de vida, aparentemente sencillo e incluso resulta pertinente hacer un especial énfasis en el término conciudadanos pues muchas veces se diluye el sentido y los funcionarios públicos se sienten por sobre el pueblo, el gozar de los privilegios del cargo, genera hasta cierto punto vicios y excesos, soberbia, prepotencia, y demás, mas aun cuando por las labores propias del encargo se vive de viaje, en el turismo y en el mundo de los lujos y las atenciones, en verdad hay quien pierde el piso y olvida que de nuevo por definición propia el servicio público es entre iguales no existen superiores e inferiores, pero en fin, volviendo al tema, honor a quien honor merece y desde que tomase el cargo hace más de dos años, hay una persona, un guerrero, un ciudadano que ni pierde el piso ni comete excesos, un baluarte que ha logrado mantener a flote una administración que bajo las manos incorrectas ya se hubiera hundido, Héctor González Curiel, muy a pesar de sus detractores de oficio, es un alcalde en toda la extensión de la palabra.

Y ello no se debe únicamente al impresionante sprint que el ingeniero ha tenido en últimas fechas, entregando obra tras obra, presentándose en evento tras evento, sólo el trabajo y agenda del Gobernador de la Gente, Roberto Sandoval pudiera equipararse a lo hecho por el primer edil de Tepic, González Curiel, supervisando continuamente la implementación de los programas como la feria de descuentos o aquellos que tiene a su cargo el DIF municipal, coordinando con el Secretario de Obras Públicas Municipal, Johny Vera las entregas que está realizando virtualmente a diario en las distintas colonias de la ciudad, calles remozadas o totalmente repavimentadas, espacios rescatados, ordinariamente el ayuntamiento de Tepic ha hecho un trabajo estupendo en optimizar los pocos recursos con los que cuenta para generar la mayor cantidad de obras y servicios para la ciudadanía, pero en estos días el alcalde y su equipo de regidores y funcionarios se han superado.

De varios eventos que he podido presenciar, destacan dos cosas, primero la humildad del presidente municipal, que se convierte en un ciudadano más, dialoga sobre proyectos, cuestiona sobre la calidad del servicio prestado o de la obra materializada, resuelve inquietudes de manera concreta, un verdadero ejemplo a seguir para quien tiene o aspira a hacer carrera política y en segundo término, destaca que la gente reconoce y aprecia esa dedicación y carácter tan noble del munícipe, un trato que pocas veces reciben y eso si, los detractores cometen un craso error al tachar de populismo el actuar y las obras del Toro González Curiel, pues el mismo ha descartado tener interés particular en algún cargo de elección popular lo cual es evidente hasta para el ojo no entrenado, pero en fin, al César lo que es del César y la descripción grafica de trabajo duro, de cercanía y de interés por el pueblo, en este momento no puede ser otra que la imagen del funcionario más comprometido con sus representados, Héctor González Curiel.