Conductor libre no se acreditó que hubiera manejado ebrio o drogado

* Fue explicado que la liberación de Erick Yahvé Guerrero se produjo porque no se acreditó, con el dictamen de la Fiscalía General, que hubiera manejado ebrio o drogado.

27 / Enero / 2014

Por Oscar Verdín Camacho

Erick Yahvé Guerrero Becerra, de 22 años, quien fue consignado como presunto responsable de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas, en relación con un choque de vehículos registrado la madrugada del sábado 18 por avenida Insurgentes frente a la central camionera, en el que murió un estudiante de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), obtuvo la libertad bajo fianza.

La citada liberación se produjo porque en la respectiva consignación ante el Juzgado Cuarto Penal, un dictamen pericial de la Fiscalía General del Estado indicó que Guerrero Becerra no conducía bajo la influencia de bebidas alcohólicas o drogas, por lo que su defensa solicitó la respectiva fianza.
El conductor de un automóvil tipo Bora permanecía hospitalizado, vigilado por policías que después fueron retirados, al presentarse una garantía de 152 mil pesos por reparación de daños en cuanto al deceso del joven Antonio López Cataño, otros 28 mil pesos por reparación de lesiones, 10 mil de fianza y cinco mil pesos por posible multa. En total, 195 mil pesos.
En caso de que Guerrero sea encontrado culpable por el accidente, los 152 mil pesos pasarían a manos de la familia del ahora fallecido, un joven de 23 años que estudiaba en la UAN.
Fue explicado que en los casos de muerte en accidentes, el conductor que es presunto responsable no obtiene fianza cuando se acredita que iba manejando ebrio o drogado, que no sería el caso de Guerrero según el dictamen de la Fiscalía.
Ahora, el muchacho deberá presentarse periódicamente a firmar un libro de registro en los juzgados penales mientras transcurre el juicio en su contra.

Como es del dominio público, el automóvil que manejaba Guerrero Becerra chocó contra una camioneta que daba vuelta en la esquina de la calle República de Chile, entre la central camionera y la farmacia SUFACEN.
Antonio López Cataño falleció en el lugar. Su tío Gamaliel García Ávila, conductor de la camioneta, obtuvo la libertad cuando el asunto aún estaba en la Fiscalía General. En su caso no se le achacó responsabilidad por el choque, aunque fue consignado por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.