Revelan cómo fue el secuestro de un empresario hotelero

* Los delincuentes lo interceptaron en Valle Dorado y exigían la entrega de 100 mil pesos.

12 / Febrero / 2014

Por Oscar Verdín Camacho

Una joven mujer que sostenía un romance con un empresario de la hotelería, en Bahía de Banderas, habría sido la clave para cuajar el secuestro de éste, la noche del jueves seis en la zona de Nuevo Vallarta.

Tras la captura de Rafael Pinto Velasco, de 18 años de edad y quien también se hace llamar Rafael Sánchez Aréchiga, y la posterior liberación del empresario de origen ecuatoriano, la Fiscalía General del Estado (FGE) concluyó que una mujer de nombre Selene, de 20 años de edad, tenía tratos con el ahora agraviado, lo que facilitó el secuestro. El empresario es 34 años mayor que la joven, que permanece prófuga.
De acuerdo con la investigación, el jueves por la noche, Selene y el empresario, que cuenta con varios hoteles en diversas partes del país, permanecieron en el hotel Marival por varias horas, consumiendo bebidas alcohólicas.

Luego, cerca de las 11 de la noche se dirigieron al fraccionamiento Valle Dorado, en donde tres sujetos con armas de fuego los sometieron. El hotelero fue golpeado en la cara con la cacha de una pistola. En la cajuela de un vehículo fue llevado a una finca cercana al poblado El Colomo. Y no supo más de su querida Selene.
La mañana siguiente, los secuestradores hicieron contacto con compañeros del agraviado, utilizando su teléfono celular. Exigían la entrega de 100 mil pesos, para el mismo día. Los delincuentes habían decidido una suma no muy alta, pues preferían el recurso rápido.
El dinero debía ser llevado por un trabajador de hotel en una bolsa y depositarlo en el lugar que se le indicaría en el camino, por celular, y mientras manejara un vehículo.
Policías de la Agencia Estatal de Investigación planearon un operativo discreto: ocultos dos policías en el carro donde era llevado el dinero, mientras que otros circulaban a una cierta distancia.

Tras un rato de circulación en la carretera federal 200 –que lleva a Puerto Vallarta-, entró la llamada al celular: el dinero debía ser arrojado desde el carro, cuyas características ya habían sido proporcionadas al secuestrador, y sin detenerse. La policía desconocía entonces de qué vehículo provenía la llamada.
Sin embargo, instantes después se detuvo un taxi color blanco, cuyo pasajero descendió para recoger la bolsa con los 100 mil pesos. Se trataba de Rafael Pinto Velasco, quien al verse descubierto intentó darse a la fuga.

Por cierto, el conductor del taxi contó más tarde que él únicamente prestó el servicio, pero que el pasajero le hizo creer que cobraría un dinero que se le debía.
Así, capturado el presunto secuestrador y rota la comunicación con sus cómplices, estos dedujeron que las cosas habrían salido mal y decidieron abandonar al empresario, creyendo que la policía llegaría en cualquier momento.

Por la tarde del viernes, el ecuatoriano llegó a un poblado desde donde pudo comunicarse y la policía acudió a recogerlo. Entre otras lesiones, presentaría fractura en las costillas por los golpes a los que fue sometido.
La detención de Rafael Pinto ha permitido a la Fiscalía General del Estado identificar a sus cómplices, entre los que figura en un papel central la joven Selene, de quien el ahora agraviado dijo no saber más datos, únicamente que la conocía desde hace unos meses y que era su novia.

La certeza de que la muchacha habría tenido relación con el secuestro aumentó porque desde la noche del jueves se desconoce su paradero.
Según ha trascendido, un ex militar también estaría implicado en el ilícito.
Rafael Pinto fue recluido en la penal de Tepic.