EL ITACATE: Edgar Allan Poe: Genio y Figura

Por Agustín Almanza Aguilar

14 / Febrero / 2014

Cierta mañana, un bebé berreaba estentóreamente sin parar quijadas. La nana, ya cansada y hastiada de él al no poder callarlo, tomó –como era su costumbre- un paño empapado de ginebra y taponeó la boca del chiquitín: Santo Remedio, balbuceó entre dientes. El mismo niño, tiempo después, un 7 de octubre de 1849 (tenía 49 años de edad), fallecía en deplorables circunstancias, sumamente alcoholizado; había estado cumpliendo como ciudadano con la democracia de su país, Norteamérica, en Baltimore, votando por su candidato varias, muchas veces. Y es que el político les ofreció a sus electores generoso vino por cas vez que acudieran a las urnas a votar por él y así, sin control, alguno, se podía hacerlo una y otra vez Nuestro personaje murió en una taberna.


Había nacido en 1809, en Boston, tuvo dos hermanos, Rosalie y William Henry, hijos de padre alcohólico (David), artista ambulante, y de una actriz, Elizabeth Arnold, muerta a los 24 años, en Virginia, víctima –al igual que su esposo- de tuberculosis, enfermedad común en esos tiempos.

Los hermanos son separados por el destino: Rosalie es adoptada por un comerciante, y William Henry se queda con el abuelo paterno. Nuestro invitado es adoptado por el matrimonio formado por John y su esposa Frances Keeling Valentine. El señor era comerciante de tabaco.


Estamos hablando de Edgar Allan Poe, donde el apellido Allan es el de John, y el de Poe, el de David. Con sus nuevos padres conoce ciudades de Europa, y vá de Irvine, Escocia, a Londres y de allí a Stoke Newington, y, ante el fracaso comercial del tutor, regresa a América, ya con un dominio de varias lenguas y con un amplio conocimiento de la historia y de la literatura Pero se convierte en irredento Bohemio (1826), obsesionado con mujeres imposibles. Como la madre de un compañero de escuela –que termina loca y tuberculosa- y la hija de un comerciante que ya tiene arreglada su boda con una anciano. Se matricula en la Universidad de Virginia, empero continúan sus jergas de dandismo, ludopatía, alcoholismo y las mujeres. Abandona su hogar adoptivo pero John le sigue ayudando con poco dinero por intervención de su esposa. Deambula por las calles y vivir en un cuartucho miserable de la Richarson´s Tavern.


Boston conoce sus primeros versos, que nadie lee, que obtienen poca o nula respuesta entre el pueblo y la crítica; se pierde de vista inventando una historia a la Lord Byron, de que se había enlistado en el ejército, bajo el nombre de Edgar A. Perry, para combatir al frente de San Petersburgo; su relato manuscrito hallado en una botella le dá 50 dólares. Esto lo entusiasma, momentáneamente, luego vuelve a hundiere en la tristeza, en la melancolía, y otra vez al vicio, al alcoholismo, y al opio; no tardaría el ‘delirium tremens´.


Un 16 de mayo de 1835 se casa con una jovencita, Virginia, de ¡13 años! Él tiene 26 años; le dobla la edad. Pero no es todo, pues ella es su prima hermana, hija de su tía Clemm, su ahora suegra. Vuelve a la literatura, sin éxito (ya había salido del horno mental obras como, Verbi Gratia, Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, y La Caída de la Casa Usher).

Una noche la ciudad sufría una de las peores heladas de su historia. Su mujer le cantaba pero, de pronto escupe, y sangre, una gota; señal de inminente tisis, y muerte segura –la tía Clemm no tendría ni tan siquiera una sábana para cubrir el cadáver de su hija-. Poe anda vagando, sin saber lo del deceso, por extraños lugares, acompañado de su inseparable botella de licor. Ya el Diario New York Sun le había publicado su más conocido y célebre poema, El Cuervo (28 de enero de 1845). También había dilapidado el dinero confiado por el editor del Broadway Journal para que se encargara de su edición, perdiéndolo todo en sus embriagueces. Ya ha intentado suicidarse dos veces; su quiebra económica y moral es cada vez más patente. Se quizo suicidar en una alberca, primero, luego con dosis excesiva de láudano. Es el tiempo en que aparecen las elecciones, las votaciones, y en donde es hallado sumamente borracho e inconsciente en una taberna El Cuervo diría: Never More.

ANCLA INSULAR: ¿Al estar agonizando el poeta no recordaría, vería, el rostro de su nana con el trapo empapado de ginebra?... Bien; gracias a otro poeta, Charles Baudelaire, Poe se dió a conocer al mundo de la literatura.