Mujeres que dejan huella

17 / Febrero / 2014

Por Pedro Bernal
(Del maestro Candelario González Mancillas/ cronista municipal) )

TECUALA.- A partir de hoy, daré inicio a una página más del libro de la historia de nuestro municipio, con la sana intención de contribuir al rescate del acontecer de mi pueblo, de ponderar a quienes realmente dejan o dejaron huella delTecuala de ayer y de hoy, sin distingos de credos sociales políticos y culturales, esperando la aceptación de quienes me hacen el favor de leerme y de paso pedirles que participen enviándome a la presidencia municipal el curriculum y fotografía de la persona que crean debemos dar a conocer su obra y acciones de este municipio, pues pretendo crear un espacio en este edificio con la anuencia de mis superiores: LA GALERIA DE HOMBRES Y MUJERES DISTINGUIDOS DEL MUNICIPIO, con la finalidad de que las futuras generaciones los tomen en cuenta como guías para llevar por mejores derroteros al terruño que nos vió nacer o que nos ha dado cobijo.

Participo con tristeza a ustedes amables lectores, el deceso de mi compañera de estudios en la Escuela Secundaria Amado Nervo de esta ciudad, de mi madrina de matrimonio, comadre y amiga incomparable, la doctora en educación MARIA ELENA ARELLANO RUBIO, que nació en la vieja casona contra esquina de esta institución por las calles Juárez y Guadalajara de esta ciudad.

Fueron sus padres Ramón Arellano Maldonado, a quien cariñosamente llamaban el Pituchi uno de los fundadores de la Sociedad Cooperativa Auto-Transportes Victoria - y la respetable Sra. Paula Rubio Betancourt. Sus hermanos Ramón Ángel, que hace dos años falleció en la ciudad de Guadalajara, se desempeñó como un destacado cardiólogo Internista en el Centro Médico Nacional en la ciudad de México y Ana María, que es también una prestigiada Química –Bióloga –Farmacéutica en Colima.

La Doctora en Educación María Elena Arellano Rubio, una vez que terminó sus estudios de secundaria, el Maestro Juan José Ley Mitre, que era el director al ver sus aptitudes en especial para la Danza, la invitó a formar parte del Personal Docente. Fué tal su desempeño como alumna que dicho por el propio Maestro, formó parte de la generación más brillante que tuvo esa institución que le llamó el trienio de oro de la Escuela Secundaria Amado Nervo, de la cual formó parte este humilde servidor.

Eran años 60’S; quién no recuerda con emoción y cariño aquella Planta de maestros al propio Mtro. Ley, Salome Tejeda, Florencio Rentería Partida, Juan Manuel Navarrete Saavedra, Praxedis Morales, aquellos enormes festivales,que se presentaban, en los que ella era bujía pues, los corredores, las gradas y hasta en la cancha casi no había espacio para más espectadores.
Al obtener la plaza federal, pasó a prestar sus servicios en la escuela secundaria federal EMILIANO ZAPATA de San Felipe Aztatlán, de esta municipalidad, donde naturalmente destacó.

Del matrimonio con el también destacado contador público Juan José Huerta Lora, de Milpas Viejas, Nayarit.Tuvieron 2 hijos: Annia Elena y Paul Juan José.
Por razones de trabajo de su esposo, tuvieron que trasladarse a la capital de la república en donde laboró en una secundaria federal. Por convenir a sus intereses, cambió de adscripción a Guadalajara, Jalisco, donde logró apenas su jubilación y todavía continuó laborando en una escuela primaria estatal donde también estaba por jubilarse.
Destacó tanto por su alto sentido de responsabilidad, que aun estando seriamente enferma acudíaa su trabajo.

Maestros y alumnos le reconocieron en un emotivo acto su cariño y respeto, depositando en su féretro una flor cada uno, como si conocieran el pensamiento del poeta: me gusta tu imagen, tu recia figura que el pueblo ocupa y ocupa la patria, más, si no me toca el final de tu lucha, porque yo sucumba, tan solo te pido UNA ROSA BLANCA LLEVES A MI TUMBA