Editorial

18 / Febrero / 2014

En Nayarit parece haberse desatado una especie de fiebre política, donde infinidad de personas se sienten con derecho a participar en las próximas elecciones como candidatos a puestos de elección popular.

En todos los municipios hay aspirantes a las presidencias municipales, a regidores y, con especial mención, también ahora las damas muestran entusiasmo para ser candidatas, luego de la reforma política que obliga a los partidos postular a igual número de mujeres que hombres.

Eso es bueno para la ciudadanía sobre todo porque tendrá mucha tela de dónde cortar y apoyar, impulsar, así como votar, siempre en busca de las personas con mejor perfil.

Pero también, hay que decirlo, parte de esta fiebre política se debe a que a cargos de elección popular han llegado cualquier tipo de pelafustanes, sin preparación, sin compromiso alguno con la ciudadanía y sin saber exactamente para qué llegaron a tal o cual cargo público.

Ahora, cualquiera se siente con derecho de ser candidato, viendo el perfil de quienes nos han gobernado o representado en las presidencias municipales, así como en los cabildos.