Tras caída de El Chapo, a ver qué sigue

24 / Febrero / 2014

Por Oscar Verdín Camacho

Cada vez que es detenido un poderoso narcotraficante, surgen análisis sobre las repercusiones que habrá al interior del cártel al que pertenece y la violencia que podría detonar esa captura.

Y con más razón si se trata de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

Este sábado, tras conocerse la detención de El Chapo en Mazatlán, brotaron esos apuntes, en dos sentidos que se conocen de memoria: primero, que la violencia podría ocurrir entre integrantes del propio Cártel de Sinaloa buscando quedarse con el liderazgo y, segundo, que otras organizaciones criminales intentarían disputar las zonas del país donde por mucho tiempo dominó Guzmán Loera.

Y en ambos casos sería precisamente a balazos.

Por la simple colindancia con Sinaloa, siempre se ha mencionado la influencia en Nayarit del cártel que lideró El Chapo.
Entonces habrá que tocar madera para que sea quien sea arreglen sus asuntos rápido y no detonen la violencia, como sucedió principalmente entre 2010 y 2011 con una alza de asesinatos en el estado.