Fue un momento de ira

07 / Marzo / 2014

Por Oscar Verdín Camacho

Cuando al mediodía de este jueves varias decenas de reporteros esperan el inicio de una conferencia de prensa en la Fiscalía General del Estado (FGE), en la que será confirmada la detención de Alejandro Aguirre Bravo como autor del homicidio de su papá, Antonio Aguirre Álvarez, algunos familiares se encuentran en el lugar y una joven llora en una escalera. El golpe es duro: muerto el papá, y acusado el hijo.

De sólo 18 años de edad, el miércoles, Alejandro Aguirre y su familia fueron llevados a la FGE tras conocerse el asesinato del ex director de la escuela de Turismo de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), en su casa del fraccionamiento Las Aves.

El muchacho traía sangre en sus ropas y una herida cortante en una de las manos, comentó un reportero que llegó al lugar de los hechos minutos después del reporte. Se conoce que inicialmente Alejandro habría justificado que defendió a su papá de un atacante desconocido, pero pronto las evidencias arrojaron su responsabilidad, que terminó por aceptar.

Fue un momento de ira, indicó el fiscal Édgar Veytia durante la conferencia de prensa.

Añadió que Alejandro ahora está arrepentido, y que los estudios practicados arrojaron que no se encontraba bajo la influencia de drogas.
Veytia añadió que en la escena del crimen fueron encontrados un cuchillo y un bat, utilizados durante la agresión y en la que el ex director de Turismo, de 53 años de edad, habría forcejeado.

Según el fiscal, se trata de un joven reprimido que sacó la ira contra su papá.
Abundantes los comentarios sobre el buen trato del ahora occiso, sociable, atento, un conocido de Alejandro lo describió como un muchacho tranquilo.

Concluida la conferencia de prensa, todavía continuaron ahí algunos familiares de los Aguirre.