Editorial

10 / Marzo / 2014

Mientras que los críticos de Rafael Cervantes siguen alzando la voz, aún luego de los 500 millones de pesos anunciados para obras de vialidad y mejoramiento de carreteras, el presidente municipal presta oídos sordos, mientras le apuesta a que los hechos matan críticas.

Estas obras vendrán a terminar de tajo con el grave problema de las carreteras interestatales, como las que conducen de San Vicente a San Juan de Abajo y Valle de Banderas las cuales hace muchos años concluyeron su periodo de vida.
De hecho, se le ve muy sonriente en los arranques de obras donde saluda a la gente en tanto una canción entona la letra que aduce, mientras otros critican él trabaja y da resultados.
Como quiera que sea, estas obras representan uno de los mayores tinos del presidente municipal en turno y prácticamente saliente Cervantes Padilla, pues la reconstrucción en pavimento hidráulico de estas calles ya no podía esperar más.

Para conseguir este recurso seguramente tuvo valiosa participación el tesorero del ayuntamiento Oscar Sánchez Martínez, quien ha logrado consolidar un trabajo permanente el cual les ha permitido seguir adelante con la presente administración.
Y será a través de la Ley de Asociación Pública Privada, la cual permite que particulares inviertan en obras de interés común, para luego recuperar su recurso a través de la federación.