Con la suspensión del sacrificio de reses en el rastro aumentará el clandestinaje

10 / Marzo / 2014

Por José María Castañeda

SANTIAGO.- Luego que dos elementos de la COFEPRIS, Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Naturales, suspendieran temporalmente la matanza de de reses en el rastro municipal luego de que algunos tablajeros se negaran a que a sus animales les realizaran las pruebas de orina y sangre para detectar probables casos de clembuterol.

Como se recordará los inspectores de la COFEPRIS, luego del escándalo suscitado en el puerto de San Blas, donde aproximadamente 30 personas se intoxicaron al consumir carne contaminada de clembuterol, por lo que de inmediato los inspectores antes referidos se pusieron a trabajar, sin embargo aquí lo extraño es que en lugar de acudir al poblado donde sucedieron los hechos, es decir a San Blas, estos decidieron acudir a Santiago, ¡que novedad!, donde de inmediato deciden suspender temporalmente el sacrificio de ganado vacuno en Santiago, provocando con esto el clandestinaje en la entrega de carne para su venta al público consumidor en el mercado municipal. Como sucediera aquella ocasión en la que el beato Celso Delgado, para evitar que los nayaritas consumieran bebidas alcohólicas los fines de semana instauró la ley seca dominical, provocando con ello que brotaran como geiser los aguajes clandestinos.

En Santiago, para nadie es desconocido que se comercialice hasta carne de caballo, en el mercado municipal y esto lo han señalado los mismos tablajeros así como también es conocido que en los ejidos el sacrificio de ganado es sin la más mínima regla de sanidad animal, por lo que con la suspensión temporal de ganado vacuno en el rastro municipal por parte de autoridades federales quienes aseguran actuaron por consigna ya que la intoxicación masiva de personas por consumir carne contaminada con clembuterol sucedió en San Blas no en Santiago, lo que hace entender que a Pavel lo siguen agarrando como Negrito de feria lo único que el gobierno federal y estatal conseguirán es que el clandestinaje de carne de res sacrificada sin la más absoluta regla de sanidad prolifere al máximo ya que el administrador del rastro médico veterinario Francisco Agraz Cisneros, como él mismo lo señala me es imposible visitar los centros de matanza de todas las comunidades incluyendo la región de las Haciendas.