La entrevista con Mundo Betancourt Ceballos

20 / Marzo / 2014

Por José María Castañeda


SANTIAGO.- Recientemente celebró sus primeros 50 años de fundado el Colegio Guadalupe Victoria, y de esto nos habla el Chaparrito Pimentoso, originario del Pozole, Sinaloa, pero avecindado desde la edad de 5 años en Santiago Ixcuintla; lugar donde ejerció diferentes oficios, incluyendo el ser chofer del sacerdote Demetrio Siordia Cazares, hasta que se estableció en la empresa Dispamosa.


-Yo tripulaba la camioneta del señor cura Demetrio Siordia. Por cierto él a todo mundo le pedía ayuda, me acuerdo perfectamente que el primer donativo que hubo para el Colegio Guadalupe Victoria, se lo dió José Sánchez, un señor que tenía una mueblería en Villa Hidalgo, le regaló los primeros 1000 ladrillos para ese colegio, él se los regalo y el señor cura le ayudó a arreglar un problema judicial que tenía, legal con la justicia le ayudó mucho, y él supo agradecerle en aquel tiempo: mil ladrillos, eran mil ladrillos. José Sánchez, estaba casado con una hermana de los Aceves, Abel y mi compadre Mario, con Alicia Aceves, hija del Chivo Aceves.


-Se señala que el primer director del Colegio Guadalupe Victoria, fue el profesor Roberto Arce Burgueño, ‘Mi Ray’, preguntó el reportero.

-Mira, ahí donde está ahorita el Colegio, no fue él el primer director porque desde que comenzó el colegio, comenzó con las monjitas que trajo el cura Isiordia de Guadalajara; a Burgueño, lo tuvo el señor cura de maestro en una escuela que tuvo por la calle Arteaga enfrente de donde tiene una bodega Marcelino González, en esa escuela daban clases el profesor Arce Burgueño y Pancho Duran, el ‘Plátano’ Pancho todavía puede corroborar lo que te digo.


Y después en el comisariado ejidal puso otra escuela y ahí empezó el profesor Arce Burgueño y la seño Quica Astorga, también fue maestra de con él cura Isiordia, son de los que yo, me acuerdo perfectamente.


-Con tanta obra que hizo el cura Isiordia, me comentas que todo el material que sobraba de las obras lo cargabas para vaciarlo donde estaba el campanario. Cuenta esa anécdota Ray.

-Ahí donde está la campana, yo, diario llevaba el material que sobraba de las obras que hacia el señor cura de sus iglesias, me acuerdo que siempre decía hay ‘lo que sobre de material déjenlo para el pozo del cura, va a ir el ‘Chaparro’ Mundo se lo dan para que vaya a recogerlo’, y empezamos a tapar los pozos de la esquina esa,

-50 años del Colegio Guadalupe Victoria con un cura tan recordado por los santiaguenses, tú fuiste su chofer durante 3 años, Ray Betancourt; después del Güero Jáuregui, y luego después de 3 años le entregaste de nuevo el trabajo al Güero Jáuregui, ¿qué recuerdas de las tardes en las que iba el señor cura, al Verdineño donde solía reunirse con don Gilberto Flores Muñoz?


-No pues don Gilberto, como le gustaba mucho platicar con él, le mandaba decir con un señor que era el que le administraba que día iba a haber gente, y allá le caíamos Don Gilberto Flores Muños, le regalaba una camioneta todos los años, el señor cura entregaba la que traía y le daba otra, cuando le mandaba avisar: ‘va a haber gente’; era para que acudiera a pasar la ‘charola’ de las limosnas entre los presentes.

Yo me acuerdo que pues en aquel tiempo juntaba y le decía ahí va a ir mi chofer, juntaba en la gorra del señor cura, siempre usaba sombrero, llegamos a juntar aparte de lo que daba don Gilberto, que era un cheque aparte 8 o 10 mil pesos que era un dineral, y al señor cura lo mandaban muy alegre de regreso. ¡eh! pero contándole tallitas ‘chistes’ a todo mundo.


-Quiere decir Mundo, que detrás de todas las obras que hiso el señor cura siempre estuvo atrás la mano generosa de don Gilberto Flores Muños.


-Sí, siempre le ayudó mucho, recuerdo en una ocasión hubo una comida en un rancho de Badito Macías, allá donde está la Joya, esto por la carretera internacional, y ahí acudieron muchos políticos de fuera, y vino uno especialmente a conocerlo, tanto les platicaba don Rogelio del Sr. Cura que quería conocerlo personalmente este señor era de San Luís Potosí, Don Gilberto. Tenía muchos conocidos en ese estado de la república; ese señor era el papá de Gastón Santos, se llamaba Gonzalo N. Santos, le decían el ‘Alazán Tostado’; así le decían, era casi el dueño de todo San Luís potosí. Él fue quien impulsó a don Gilberto en la política; lo hiso senador, diputado y después lo mando aquí para acabar de hacerlo fuerte.


-¿Don Gilberto fue presidenciable Ray?

-Bueno platicaban siempre que pensaba que iba a ser candidato a presidente de la república, porque se quedó con la propaganda en el rancho el Verdineño, que en una fiesta que hubo donde dieron a conocer el nombre de quién sería el candidato Don Adolfo Ruiz Cortines, cuidando esperaban oír el nombre de Gilberto Flores Muñoz, el presidente Ruiz Cortines, le dió una palmada en el hombro y le dijo: ‘Pollo, porque así le decían a Flores Muños; Pollo, ahí pal’otra y nombró a don Adolfo López Mateos. La entrevista con Mundo Betancourt, es extensa; por lo que si la dirección general lo considera pertinente la pasaremos en dos partes.