Editorial

24 / Marzo / 2014

La demostración de fuerza que pretendió mostrar el PRI en Bahía de Banderas con su famosa congregación de expresiones políticas el sábado, es en realidad una fuerza ficticia, algo intangible, irreal, superficial, artificiosa.

Esa fuerza que pretendió el PRI dejar ver para que los de enfrente se intimidaran, no es tal cosa, es más bien una fuerza impalpable simple y llanamente por una razón: hoy existe, en un mes podría no existir.

Quienes están llevando los hilos de la política en la entidad no han sabido, hasta el momento, actuar con madurez, con sabiduría, pues su intención por imponer candidato traerá funestas consecuencias para el partido tricolor en Bahía de Banderas.

Si, efectivamente, todas las fuerzas políticas del PRI juntas impresionan, ni duda cabe. Pero la mayoría en contra de una o dos de ellas, también estremece y promueve, consecuentemente, un revés electoral.

Todo, por la arrogancia y prepotencia con que se están tomando las decisiones en el priísmo estatal. Vamos, ahora ni siquiera dejaron hablar a José Gómez.