Oficialmente entré a trabajar a DISPAMOSA en julio de 1974: Raymundo Betancourt Ceballos

24 / Marzo / 2014

(Segunda y última parte de la entrevista)

Por José María Castañeda

SANTIAGO.- Continuando con la segunda parte de la entrevista con Raymundo Betancourt Ceballos, éste narra la forma en la que entra a trabajar a la empresa Dispamosa, cuando ésta era liderada por don Mauricio Porras Ibarra, e iniciaba junto con él, Mauricio Porras Domínguez.
-¡Ah bueno!, yo trabajaba en el sitio, yo traía unos carros del señor Antonio Altamirano Vega, y pues prácticamente ya me llevaba yo ahí, hacia cambios de películas trabajaba con él, y pasaba Guicho; Guicho el que esta ahorita aquí, Mauricio Porras Domínguez, y me decía ‘ándale vámonos allá a trabajar nosotros, ocupamos a una persona así como tú, que toda la gente lo conozca y que los conozca a ellos’. Y pues ahí dure hasta los 2 años. Tuve un problema ahí en casa de Toño, pero ya después de 9 años de trabajar con él, y me salí e in mediatamente, me fui con Guicho, en el primer día me dio el trabajo.

-Antes de eso, en el camino cuando yo iba a Guadalajara al preguntarle quien le había dado el trabajo y Ray Betancourt, dijo: Prácticamente el trabajo me lo dio Mauricio Porras Ibarra, por cierto un jueves que era día de mi cumpleaños, nunca se me ha olvidado íbamos a Guadalajara, iba conmigo el Guachicol Rivera y Armando García ‘El Burro’ García, yo les iba platicando y les dije que me iba a ir con los Porras, y me dijo el Burro ‘vete son re buena gente’, y en ese momento llegó don Mauricio, iba a Guadalajara, llegó y nos dijo ‘¿que andan haciendo?’; ya estábamos pagando y nos preguntó ‘¿a donde van?’, pues a Guadalajara contestamos y nos dijo ‘oigan préstenme un pasajero, que al cabo los voy a alcanzar’, y se fue Armando con él, y me dijo Armando muy clarito ‘si quieres yo le digo que quieres trabajar con él’. Sí, le contesté dile que si me da chamba mañana me voy con él.
-En el servicio Nogales, ahí iba a esperarme Armando ahí lo dejó don Mauricio, ya que en el camino, ya llegando a Arenal, ahí me alcanzó en un Impala azul que tenía, me pitó y al alcanzarme sacó la mano Armando como diciéndome ‘ya la hiciste ya tienes el trabajo; ¡ya chingaste Raymundo!’. Cuando de nueva cuenta se subió al carro que traía Armando, me dijo que había dicho don Mauricio que llegando a México le iba a hablar a Guichito, para que te dé él trabajo luego, luego. Debo de decir que Armando iba cada 15 días conmigo a Guadalajara, a llevarles dinero a los hijos que tenía estudiando. A Lupita, hasta su casa llegábamos, a dejarles todo lo que les llevaba me acuerdo que al día siguiente viernes me dijo el Poka, ‘¡quihubo muchachito!, vamos a ir a donde te gusta ir, a San Blas’, me gustaba mucho ir y le conteste nada deje entregarles las películas a Carmelo, al Chandy ya se las entregué y le dije: ‘sabes que ya no voy a trabajar contigo, es que me voy a ir con los Porras’, y ‘¿tú que sabes de vender cerveza? me dijo, ‘¡tú te la tragas, no la vendes!’, me contestó, pues si le dije pero ya ayer don Mauricio me dio el trabajo, y quien me va a hacer los cambios de película, pero ya para eso tenía a Pedro Hernández, el que le dicen el Duro quien también trabajaba en el sitio, y él iba conmigo y sabía donde fui y lo traje y ya no le deje prácticamente abandonado el trabajo y ese mismo día 10 de junio me presente con Guicho, me acuerdo que llegue y pregunté no está Guicho, tenía la Coca Cola entonces. Guicho tenía la Coca Cola ahí donde está el depósito del Pájaro, no tarda en llegar y luego me dijeron ¡mira ya llegó!, fui con él, y le dije Guicho quihubo: ‘¡ah sí!, me hablo mi papá anoche, nada más que te quiero decir esto mi Papá va a durar una semana en México, y pasando esa semana te vienes’. No, le dije, yo deje el trabajo y necesito la chamba, mi esposa está por dar a luz, y le dije no pues me regreso con el Poka de vuelta ¡No, no -dijo Guicho- que es lo que ocupas dinero. Le dije de acuerdo que me prestó 500 pesos, dinero que nunca jamás le pague por cierto.

-¡Huy mi Ray!, ahora que Guicho Porras lea la entrevista se va a acordar y va a venir a cobrarte los 500 pesos con todo e intereses, -risas-.
-Ya Guicho dio la orden con Lupita, que era la cajera, y me dieron el dinero me hicieron un vale, y desde ese día me integré a las filas de Dispamosa, familia a la que les estoy muy agradecido.
Yo ingrese oficialmente a Dispamosa el 14 de julio del 74, y ahí estuve hasta el 26 de diciembre del 2013. Yo acompañaba casi diario a don Mauricio a las cantinas donde por supuesto vendíamos cerveza y ya ahí invitaba una ronda aquí y otra acá, recuerdo que me dijo ‘hágase una lista de los amigos de usted y de sus clientes de cuando’ yo era taxista, tenía una visión muy grande, la hice recuerdo que me dió un cartón de media y se lo lleve a cada quien: Cornelio Parra, mi padrino; Héctor León Díaz, quien fue el que me catapultó en la chamba con los Porras cuando era presidente municipal, ya que le dijo a Beto Ruiz, que era el tesorero, que en todas las fiestas patrocinadas por el ayuntamiento la cerveza se comprara en Dispamosa. Entonces me dijo don Mauricio ¿qué hacemos?, entonces entró a trabajar Javier Montaño, el de la Presa era muy buen elemento y nos íbamos a hacer variedad en las cantinas, regalábamos vasos, cubiletes, cantábamos, y así empezamos todas las fiestas que hacíamos, las hacíamos en la casa de Armando García, ahí donde vive actualmente Lupita.

-De entonces a la fecha esas tardeadas bohemias, Raymundo, del 74 a la fecha las seguiste observando hasta hace poco que te pegó el ‘rocambole’
-Como tú lo mencionas, a mí la familia Porras me dio todos los apoyos, les estoy muy agradecido -al decir lo anterior al Chaparrito Pimentoso se le quebró la voz, alcanzando a balbucear- , no tengo palabras de agradecimiento para Pepe, Guicho y Lola.
Estableció en esta parte final de la entrevista con Raymundo Betancourt Ceballos, quien además de ser el vendedor número 1 de la Distribuidora Pacifico y Modelo de Santiago, es una verdadera enciclopedia beisbolera ¡Saludos hasta la histórica Sentispac: Mundo Betancourt!.