Aplastado en trágico accidente muere por la carretera Novillero Ricardo García

22 / Abril / 2014

Por José María Castañeda

SANTAIGO.- La mañana de ayer nos encontramos en los altos de la presidencia municipal a Florentina Villanueva, quien es ampliamente conocida en su natal Valle Morelos como la Chata de Valle Morelos por su labor de gestoría a favor de los grupos que pertenecen al Partido Revolucionario Institucional.

Luego del riguroso saludo, la Chata, nos dijo que se encontraba en la presidencia municipal en busca de orientación ya que su hijo había fallecido en un accidente automovilístico donde además que sujetos habían robado sus pertenencias; tales como unos tenis de conocida marca, una cachucha, una cadena de plata que traía colgada al cuello y mil pesos en efectivo que traía en su cartera, pero que además de eso en las oficinas de la fiscalía habían extendido un acta donde se señalaba que el conductor del vehículo de la muerte era su hijo, cosa que negaba rotundamente: Mi hijo falleció el pasado sábado, él iba a trabajar con ese muchacho –dijo- que iba conduciendo, mismo que se llama Adrián Hinojosa; y mi hijo Ricardo García Villanueva quedó lejesisimos. Tenía al morir 22 años de edad e iba a trabajar con Adrian a tumbar un árbol, yo le había dicho como que si presentía algo que no fuera, pero como tiene a su niño enfermo fue a trabajar.

Al preguntarle a la llorosa madre la forma en la que ocurrió el accidente dijo: una muchacha del poblado el Novillero, le había dicho que Adrian sostuvo una fuerte discusión con su esposa en la plaza del poblado, y que como no se pusieron de acuerdo este arrancó en forma violenta la unidad, tomando la carretera que conduce del Novillero a esta ciudad a gran velocidad; lo que hiso que en una curva perdiera el control, volcándose y dando marometas a más de 50 metros; saliendo medio cuerpo de mi hijo, provocando que el carro en cada vuelta que daba lo fuera aplastando hasta casi desbaratarlo. Lo más triste del caso es que las pertenencias de mi hijo las desaparecieron tales como unos tenis Niké, una cachucha, una cadena de plata y 1000 pesos que traía en la cartera, y aún que para muchos pudiera parecer nada estos objetos para mi representan un gran valor estimativo ya que eran las pertenencias de mi hijo, y que sabrá dios quien se haya quedado con ellas. También quiero aclarar que mi hijo no manejaba el automóvil, que lo manejaba Adrian, y fíjate si no es para que me encuentre destrozada; hoy precisamente salía mi hijo a trabajar a los Estados Unidos al tabaco.
Menciono Florentina Villanueva la Chata, a quien le enviamos nuestro más sincero pésame.