SER O NO SER, DILEMA DEL SUTSEM EN EL PRI

Por: Olegario Zamudio Quezada

24 / Abril / 2014

Cuando los gringos intentaron detener a Noriega en Panamá, recuerdo que recién regresábamos de presenciar las elecciones en Michoacán, y se nos invitó a visitar PANAMA y ser testigos del atraco que los gringos estaban ejerciendo en ese país, tratando de detener al General quien se refugiaba en la Nunciatura apostólica; nomas llegamos a Costa rica, de ahí nos regresaron a México los marines gringos.

Noriega refería que cuando amas a una dama, lo mejor sería tratar de enamorarla -dijo-, si la amas no la violes, enamórala. En este caso de ese sindicato denominado SUTSEM es clásico en manos de su dirigente ser golpista y tener tendencia al albazo político. Cuando el líder de este personaje sindical pretendía ser candidato por el PRI a la primera magistratura del estado, en torno del camionero se construyeron los mejores dramas de infamias políticas.

Por ejemplo, por la radio lanzaban spot informativos donde azuzaban a sus agremiados a estar pendientes de cualquier acción o directriz que se normara para ser ejecutada en torno de este interés político. Hoy, precisamente, en el mismo día que sale la convocatoria para dar paso a los registros de candidatos del PRI, el sindicato en cuestión sale a la calle a mostrar su musculo gremial y lanzar señales de no somos uno, no somos cien, pinche gobierno, cuéntanos bien.

Pero el gobierno y su partido no están dispuestos a someterse a presiones para lograr posiciones políticas en ese tenor de la discrepancia y el amotinamiento a bordo, pues en consecuencia de esta elección viene la sucesión a gobernador y con esta gente que dirige este sindicato, no se puede pensar que se puede llegar juntos a tierra firme.
Pero aun más, los dirigentes de este sindicato se han quedado anacrónicos en su práctica política; estas acciones de amotinamiento en otros tiempos de sombrerazos y gritos desesperados a media calle, de hombres de horca y cuchillo, quizás hubieran tenido impacto, pero las nuevas generaciones políticas, prácticos, comedidos y diligentes como son, no les asusta el ladrar de la jauría.
Una cosa es defender sus derechos inalienables que les confiere con toda honestidad el fruto de su trabajo, y otra cosa es manipular a los sindicalizados con el cuento de la zanahoria de pagos, pero con los ojos puestos en la recién desempaquetada convocatoria del PRI.

Creo que aun en estos tiempos las cuotas de poder dentro del PRI serán posibles, pero también creo firmemente que no se lograrán amasar mediante el método de la presión o el motín de quien, como dirigencia sindical, ha andado como agua en batea de partido en partido sin ningún escrúpulo.

Esa dirigencia ha dejado de ser útil a la nomenclatura que durante varios trienios la han mimado celosamente y la ha engordado hasta el hartazgo, esto ante la falta de opciones sindicales en el rubro de los burócratas, esa dualidad de actuaciones sindicalistas/políticas ha llegado a su perversión, pues no se sabe donde empieza una lucha por los derechos gremiales y las ambiciones políticas de sus dirigentes.

El PRI actual y sus dirigencias por su practicidad en la política, ha superado y madurado este tipo de presiones. Es más, hasta en eso, creo que corren más rápido que sus detractores, estarán dispuestos a compartir comedidamente el ejercicio del poder, pero con un gran sentido de pertenencia y de identidad, tendrá mucha importancia el ser, si pero también tendrá mucha valía el estar, mas esa última característica no la cubre la dirigencia de este sindicato.
Así pues, se recuerda con agrado, al valiente General Noriega quien desde el interior de la nunciatura apostólica en Panamá, refiriera, que si en verdad quieres a alguien enamórele, no le ultrajes.