El Charro de Amapa parte de la estructura de Fernando Ornelas

24 / Abril / 2014

Por José María Castañeda

SANTIAGO.- La verdad es que me gustó y me sentí a gusto andar en las reuniones que realizaban con su estructura conformada por comisariados ejidales, líderes naturales y presidentas y personas que conforman los comités de la tercera edad además de presidentes de la CTM y CNC Agustín Márquez González, y Faustino el Tato González, dijo el licenciado Fernando Órnelas Salas.

Y me sentí a gusto porque las reuniones luego de las peticiones que le hacían los presentes al también diputado por la margen izquierda del río incluyendo la zona serrana del municipio se servía una comida sencilla, no había puerquito en carnitas era una comida sencilla pero mucho muy sabrosa, tal y como la saben preparar las mujeres campesinas; con su respectivo chile amartajado, con su refresco de sabor y en muchas ocasiones una rica agua fresca. Luego de las disertaciones y la exquisita comida daba inicio una especie de concierto de cantantes regionales donde los artistas eran, entre otros Francisco el Charro de Amapa González, su mismo hermano Pedro ‘Picos’ González, el líder de la CNC Faustino el ‘Tato’ González, participando también en este espectáculo popular el mismo Tomás Calderón ex líder de los Cargadores, y ex líder de los taxis blancos adheridos a la CTM.

Todos eran en ese momento y son unos excelentes cantantes de música vernácula ya que no eran improvisados de ninguna manera el Charro de Amapa, vistiendo con gallardía el traje de charro, era el centro de atención en los rompimientos de feria encabezando los desfiles de rompimiento montado en un hermoso caballo español, mismo que sacaba chispas del empedrado al golpear coqueto –el caballo- con sus herraduras brillosas. El Charro de Amapa como tuvo a bien ponerle un comunicador capitalino cuando este se presentó en un evento musical en la ciudad de Tepic, grabó para discos fonorama, era reclamado por las féminas en las comunidades para que interpretara algunas de sus canciones mismas que eran interpretadas con mucho sentimiento. La tertulia musical era seguida por los también cantantes Tato González, y por mi amigo personal el Picos González. Y aún al escuchar la música ranchera no eran pocos hombres y mujeres las que sacaban de sus roncos pechos unos guacos muy mexicanos.

Debo decir que en estas reuniones no se tomaba una sola gota de alcohol, pese a que personas ajenas a la estructura de Órnelas Salas llegaron a decir que se consumía alcohol y que eran reuniones de borrachos; cosa totalmente falsa, eran simplemente grupos de amigos (as). Por eso hoy que declina a su participación el Lic. Órnelas Salas Fernando, por motivos de salud; ya que también me consta que fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas.

Quise recordar con cierta nostalgia esas reuniones donde éramos amigos y somos amigos todos. ¡Salud!, mi Charro de Amapa. Y por ahí nos encontraremos para recordar los viejos tiempos de serenata.