REDESCUBRIENDO: Síntomas del Estrés Postraumático.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

05 / Agosto / 2014

Primero que nada, la persona debe haber pasado por un evento traumático, si no hay ese antecedente no podríamos hablar de estrés postraumático. Un abuso, violación, asalto a mano armada, quizá un accidente en donde hubo muertos: todos estos pueden ser eventos traumáticos. Además hay cierta sintomatología que presenta una persona que tiene estrés postraumático. Estos son los tres puntos básicos en los que se expresa el estrés postraumático: repetición de la vivencia, evasiones y aumento de la excitación emocional. La repetición de la vivencia es cuando la persona tiene recuerdos o pesadillas repetidas sobre el evento que le causó la angustia. Algunos sufren flash back, que son memorias involuntarias, alucinaciones u otras emociones vívidas: sienten que el evento está sucediendo o va a suceder nuevamente. Otros sufren gran tensión fisiológica cuando ciertos objetos o situaciones les recuerdan el evento traumático: se sienten inquietos, angustiados y tensos porque están reviviendo esa experiencia desagradable.

El estado de evasión es cuando sistemáticamente evitan las cosas que les recuerdan el evento traumático. Esto puede llegar a causar evasión de todo tipo: de pensamientos, sentimientos, conversaciones, actividades, lugares o personas que les recuerden la experiencia. La persona hará todo lo posible por evitar pláticas que le recuerden aquello que le pasó; evitará los rostros, caras, personas o lugares que le recuerden aquella agresión que sufrió. Todo esto se llama evasión y llega a ser un componente importante en sus vidas. Por el contrario, otras personas parecen no responder a las cosas o situaciones relacionadas con el evento y no recuerdan mucho sobre él; como un tipo de amnesia voluntaria. Cuando tú le preguntas: ¿qué sucedió en ese momento?, te responde: no recuerdo, no tengo claridad en mi mente, no sé que pasó. La realidad es que está evitando pensar en su experiencia. También pueden mostrar una falta de interés en las actividades que les eran importantes antes del evento, se sienten alejados de los demás, sienten una gama de emociones más limitada y no tienen esperanza sobre el futuro. Emocionalmente se sienten aislados, solitarios y deprimidos; ven un futuro poco esperanzador y no tienen una verdadera interacción con los demás. De hecho, son personas que antes del trauma solían disfrutar de ciertas actividades, pero después pierden el placer por la vida, se vuelven huraños, viven a la defensiva, no tienen amigos y no saben relacionarse con los demás. No saben dar amor y no saben recibir amor. Otro punto importante es que tienen un aumento de excitación emocional; tienen dificultades para dormir o, una vez dormido, frecuentemente está despertando y ya no puede volver dormirse. También hay irritabilidad, tienen momentos de mucha rabia e ira, se les dificulta concentrarse, están muy alertas o cautelosos sin ninguna razón clara; hay nerviosismo y fácilmente se asustan. Además sufren de insomnio severo y eso los desgasta muchísimo; entonces, durante el día, se sienten agotados, cansados, andan arrastrando los pies porque no descansan, siempre están alertas o cautelosos y eso produce un desgaste constante. ALCOHOL, DROGAS Y SUICIDIO DURANTE EL ESTRÉS. Es importante saber que las personas con trastorno de estrés postraumático, con frecuencia consumen alcohol o drogas como forma de automedicarse o para sentirse mejor. El alcohol y algunas drogas tienen cierto efecto de relajación; entonces, como la vida de estas personas es muy desagradable, angustiante y estresante, buscan algo que les produzca cierta relajación, cierta forma de evadirse del estrés en el que están. Lamentablemente, al no entender que ese estrés en el que están viviendo tiene solución médica, buscan una salida equivocada por medio del alcohol y las drogas. Que importante es que aquellos que estamos saludables ayudemos a quienes padecen este trastorno y, ayudándolos, no solamente les facilitaremos la salida, sino también evitaremos que caigan en la puerta falsa del alcohol y las drogas. Si usted es padre o madre de familia, tenga cuidado con sus hijos; el alcohol y las drogas producen sensaciones agradables. Si no produjeran esas sensaciones, nadie tomaría alcohol ni consumiría drogas. Tenga cuidado porque por eso es que las drogas y el alcohol han tenido tanto éxito en la juventud. Las personas que tienen estrés postraumático corren un riesgo, más elevado que la población en general, de suicidarse. En una sociedad como la nuestra nos damos cuenta de que las tasas y los porcentajes de muerte por suicidio cada vez se incrementan más. Estamos viviendo en una sociedad enfermiza y agresiva y, desafortunadamente, muchas personas no saben enfrentar la vida y no buscan soluciones para sus traumas. Finalmente recurren no sólo al alcohol y a las drogas, sino al suicidio. Seguiremos en el tema. Hasta la próxima. Conferencista y Psicoterapeuta Familiar. Consultas Celular 311 136 89 86.