Detiene Fiscalía a una Ministerio Público por delito grave

28 / Agosto / 2014

Por Oscar Verdín Camacho

Al mediodía del lunes 25, durante una diligencia del Juzgado Primero Penal de Tepic, Yadira Nereyda Barrón Ortega lloraba sin consuelo. Apenas y podía hablar, pero su esfuerzo se centraba en una frase, una y otra vez: ¡díganle a mi mamá que no le fallé!, repetía.
Del otro lado de la reja, abogados y familiares intentaban calmarla. ¡Díganle a mi mamá!, suplicaba. Y aunque la diligencia había concluido, ella no quería regresar al área de mujeres en la cárcel. Un hombre, aparentemente familiar, intentaba animarla: no te vas a quedar aquí, te vamos a sacar.

Hasta hace unos días, Yadira Nereyda era la agente del Ministerio Público del Fuero Común en Guayabitos, municipio de Compostela. Ha sido consignada por su presunta responsabilidad en el delito cometido por servidores públicos, en agravio, por cierto, de otros servidores públicos: un grupo de policías estatales que participan en la investigación de un secuestro registrado en los límites de Compostela y Bahía de Banderas.
El martes 26, el Juzgado Penal dictó auto de formal prisión a Yadira Nereyda, sin derecho a fianza porque el delito que se le achaca es de los considerados graves por el Código de Procedimientos Penales.
Según la acusación, se presume que la agente ministerial facilitó información al líder de una banda de secuestradores respecto a la presencia de un grupo de policías estatales, poniendo en riesgo la integridad de estos y el desarrollo de la investigación.
Los datos obtenidos precisan que la ahora ex funcionaria pública mantenía una relación sentimental con el sujeto que resultó ser el líder de los secuestradores, y cuyo paradero se desconoce desde hace unas dos semanas. Se echó a huir y la dejó con el problema.

Yadira estaba enamorada y no se dio cuenta con quién se metía, se limitó a indicar una de sus compañeras de trabajo.
Fuentes extraoficiales citaron que la Fiscalía General presentó al Juzgado Penal una transcripción de mensajes de un celular asegurado a Yadira, a través de los cuales haría referencia a la presencia de policías en la zona de Guayabitos y sus alrededores.

También le fue asegurada una camioneta que su pareja le regaló.
Contra el auto de formal prisión, la detenida podría interponer un amparo ante un Juzgado de Distrito, o bien el recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia.
Fue explicado que la acusación está relacionada con el artículo 186 bis del Código Penal, el cual indica que a quien aceche, vigile o realice actos tendientes a obtener o transmitir información sobre la ubicación, actividades, operativos o en general las labores de seguridad pública y de persecución del delito, será condenado de dos a 10 años de prisión.
Así, lo que inició con un encuentro casual en la agencia ministerial de Guayabitos, cuando el ahora prófugo acudió a denunciar un delito de robo, y luego en agradecimiento invitó a comer a Yadira, y luego otra vez, después se hicieron amigos y más tarde continuó la relación como pareja, ahora mantiene en prisión a la abogada.

EL SECUESTRADO, LIBRE

En cuanto al joven que fue blanco del secuestro, interceptado en la carretera que lleva a Puerto Vallarta por hombres armados, se encuentra en libertad, se indicó siempre de manera extraoficial.
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