EL PROBLEMA DE LOS BACHES NO ES EL PROBLEMA

Por: Olegario Zamudio Quezada

09 / Septiembre / 2014

El asunto de las molestias y agravios que ocasionan a la ciudadanía la obra pública en Tepic, tiene varias vertientes, la más vista de ella, es echarle la culpa al Presidente Municipal de los desaguisados administrativos que privan en la capital, como si con ello fuera suficiente, el llenarlo de rubor ante el clamor ciudadano o como si quisiéramos creer que el órgano de fiscalización funcionara como debiera de ser.

Lo que los agoreros del ayuntamiento digan como loros y traten de justificar del desorden que existe en la administración es una cosa, sus dichos se topan con las redes del internet, así es que sus periódicos de papel, bien los pueden utilizar para protección de las jaulas ante el embate de la cagada de los pericos.

Retomando el tema pues, decía que el asunto de el desorden de Tepic, no es tan solo quien es culpable, hecho que tiene que ver con el sentirse mal moralmente consigo mismo o con la sociedad por esta dichosa culpa, el desorden es también algo que tiene que ver de manera muy importante con la corrupción y con el regateo a la sociedad de las bondades de la obra pública.

Podría con ello, enumerar un sinnúmero de ejemplos en los que ocuparía varias hojas de texto y tinta, pero me amoldaré a uno, del conocimiento de la ciudadanía y me refiero al asunto de los baches en Tepic.

En este tenor hay baches por todos lados, baches de todas las edades y de un fondo económico inconmensurable, en este asunto de los baches la ciudadanía se conforma simple e inocentemente con echarle la culpa a alguien y de mentar de menos la madre en calidad de enojo, no trasciendemás el ciudadano gallardo y altivo de Nayarit.

Pero más allá de culpas, veamos el asunto con un poco más de profundidad, mi hermana que no estudió ingeniería civil, ni alguna especialidad en procesamiento de suelos y caminos, me comentó que el problema en las calles de Nervo y Escutia es que la carpeta de asfalto es muy delgada y que cualquier lluvia tepiqueña se la lleva con facilidad.
Esto se interpreta de manera simple,.los asfalteros de Tepic y los administradores municipales traen un carnaval de dinero sin medida, los primeros venden una carpeta de chapopote de pésima calidad y se defienden, alegan que eso es lo que les están comprando, bien para ellos, vender una porquería de asfalto, pues de vender de buena calidad les mermaría su negocio, quedarían como dice la China,si venden bueno y bien, después que venden.

Así pues el gobierno federal, que es quien envía el dinero,yo creo que estarán pensando de Tepic, que con todo el dinero enviado para arreglar calles, esa capital es una ciudad bella y que todo lo que se comenta del cochinero es pura falsedad, llegará el día en que el tesorero de la nación Luis Videgaray Caso, se dé cuenta que aquí unos humildes coritas, le están viendo la cara de wey.

Ladinos como son los coritas en las cosas de la administración, licitan la obra que en concurso gana el compadre que vende asfalto, sobre cotizan, se comparten utilidades, todos felices y todos contentos, llueve y todos ellos se mojan en medio del tormenton de los pesos y los centavos todo esto seguirá sucediendo hasta que el gobierno federal se quiera dar cuenta de que en esta tierra de Nervo y Escutia los chamaquean con el dinerito de la obra pública.

Es decir quiénes son los administradores, regatean al pueblo las bondades de la obra pública, entendido este dicho así, para ellos es más prioridad lo que pueden ganar y los beneficios que pueden obtener de la misma obra, que la misión social de ayudar y servir al pueblo preferencialmente.
Así como ahora, comentamos de como traen un carnaval de dinero gastado en serpentinas y confeti en el asunto del asfalto, asimismo se puede tocar el asunto de la basura y el de más obras, pero no lo puedo incluir en una sola columna, porque como dice la china, si lo escribo todo aquí, largo, tendido y bien, después que escribo, así es que, luego entonces, si tienen lavadero, pues entonces, aquí lavemos.