LA CREME: EL ALCALDE DADIVOSO

Por: Norma Cardoso

22 / Septiembre / 2014

Visitar San Blas es transportarse a otro tiempo, a otro ritmo en el que hasta las actividades más sencillas como pasear por las calles o beber un café adquieren otra dimensión; da la sensación de que se disfrutan más. Y en este puerto el tiempo es otro, aquí parece que se detiene un poco, con sus haciendas, sus edificios históricos y sus calles que son recorridas por sus habitantes en bicicletas que adaptan de los modos más curioso. Esto sin dejar de lado el maravilloso entorno natural que rodea a San Blas: los canales navegables rodeados de mangles, las pequeñas islas, y la visita anual de más de 300 aves migratorias, que hacen de éste un destino obligado e inolvidable; así describe la propaganda turística del gobierno de Nayarit, a San Blas.

Pero, en los últimos meses, hay quien le ha dado otro tipo de publicidad:
Me han criticado mucho, mis amigos del otro lado, mis amigos los de enfrente, me han criticado mucho que a mí me gusta el dinero, ¿a quién no le gusta? A mí me gusta el dinero como a ustedes y como a ellos, y como a todos, pero me gusta mucho trabajar, ¿Que le robé a la presidencia?, si le robé, si le robé, si le robé, poquito porque está bien pobre, poquito, le di una rasuradita, nomás una rasuradita, pero lo que con esta mano le robaba, con esta mano se lo daba a los pobres compañeros...

Han dicho que robé mucho dinero. Sí robé, pero poquito, porque no había dinero. Han dicho mis adversarios que me robé 120 o 150 millones de pesos. Ustedes lo saben compañeros, las presidencias están bien pobres, no hay dinero. Ojalá hubieran estado los 150 millones, a ver si no me los llevo, los cabrones; esos mismos los hubiera hecho de pura obra pública.

Las anteriores palabras fueron expresadas por Hilario Ramírez Villanueva, mejor conocido como Layin, durante un mitin proselitista, el pasado mes de junio, cuando era candidato independiente, a la presidencia municipal de San Blas, en el Estado de Nayarit.
También a Layín le gusta festejar su cumpleaños echando la casa por la ventana esto fue lo que expresó hace unas semanas:

El 22 de febrero, están invitados todos mis amigos, y también mis enemigos, de todo el Estado, de toda la república, viene la banda El Recodo, para que vayan a disfrutar de una bonita fiesta, porque ustedes saben que su amigo el Layín atiende bien
Ahora, por segunda ocasión Layín, vuelve a ocupar la silla presidencial de su natal San Blas, luego de una serie críticas por haber mencionado que había robado poquito.
El alcalde dadivoso, como, hoy por hoy, algunos medios de comunicación lo llaman, nuevamente vuelve a sorprender, al llegar a su toma de protesta como presidente municipal de San Blas, el pasado 17 de septiembre, montado en un burro pinto, realizando el recorrido encima del animal desde El Conchal hasta el edificio que alberga la alcaldía.
El haber entrado en un burro a la presidencia municipal, generó nuevamente una serie de críticas, por considerar esto como una especie de, tratar de imitar a Jesús, en su entrada triunfal en Jerusalén, como el Mesías, mientras la gente cantaba ¡Hosana!
Más, hay quien escribe: Los asnos (de preferencia blancos) eran usados por personas de alto rango: Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, los que presidís en juicio, y vosotros los que viajáis, hablad (Jue. 5:10). Estos asnos se usan hoy en muchos lugares en el Oriente por gente de alta posición social.
Definitivamente, este personaje de Layín, el alcalde dadivoso ha dado mucho de qué hablar y San Blas ahora es más conocido por Layin, el que dijo que robó nomás poquito.