VISOR NAYARITA: EL DERRUMBE DE LOS MITOS

Por: Lic. Francisco Pérez Gómez

23 / Septiembre / 2014

Con 405 votos a favor, 80 en contra y 15 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó remover los honores a la Enseña Nacional en todos los niveles educativos de nuestro País; Primaria, secundaria y preparatoria, propuesta que fue expuesta por Diputados panistas basando sus argumentos para tal cuestión en que el Himno Nacional tiene sentido bélico que habla de guerra y violencia, argumentos que han esgrimido para cancelar los honores a la Bandera definitivamente a partir de enero del 2015 y será obligatoria para todos los planteles educativos, preocupante por cierto esta decisión que sin duda causara polémicas ya que nuestro Himno Nacional si bien su contenido no va de acuerdo con los tiempos de paz y neutralidad de nuestro país, significa nuestra identidad, dignidad, orgullo y respeto que los mexicanos tenemos a nuestra patria y puede considerársele una afrenta a los valores que se nos ha inculcado a nuestras generaciones y una desinformación de nuestra cultura que recibirán nuestros hijos que crecerán con otro tipo de creencias y valores que los progenitores lo que puede incidir en la disgregación familiar merced de las diferencias de opinión respecto a tan delicado asunto, lanzarse contra los mitos tiene un costo que puede crear revoluciones y decadencia, ya en la antigüedad la perdida de creencias suplantadas por los dogmas de los vencedores hizo presa fácil a los pueblos conquistados.

Respetable la labor de los Legisladores federales, pero con la debida consideración que nos merecen quienes expusieron la ley de referencia creemos que para la puesta en marcha de la citada Ley se debería tomar en cuenta la opinión de los mexicanos, el Himno nacional es considerado como símbolo de identidad nacional, que alude a victorias mexicanas en batallas y cuenta sobre la defensa de nuestra patria lo que anima a la unidad nacional. Algunos historiadores en aras de notoriedad se han dedicado a sembrarnos incertidumbres respecto a nuestros héroes nacionales merced de investigaciones dudosas; a los nayaritas se nos ha puesto en tela de duda la participación de Juan Bautista Pascasio Escutia y Martínez -tal como consta en su hoja bautismal de nuestra ciudad capital - como héroe en la batalla de Chapultepec diciendo que no existió y argumentando que no era cadete, los enterados en este tema argumentan que en su momento era un agregado del Colegio Militar y que debido a la situación de emergencia que vivía nuestro país no pudo ser formalmente enlistado por lo que no aparece en los registros; otros historiadores han puesto en duda la existencia y hechos de personajes que a lo largo de nuestra educación nos han inculcado y con la que hemos crecido como ciudadanos, ahora de un plumazo tratan de despojarnos de tales creencias no considerando que nos sustraen de nuestra esencia como mexicanos, creando confusión en las generaciones, ¿En que creer ahora? ¿Será que lo que aprendimos fueron farsas y mentiras? ¿Que persiguen los llamados historiadores que en éxtasis repentinos se sienten poseedores de la verdad histórica?, Bien harían con dejar nuestra historia en paz para conservar la unidad de los mexicanos, por ahora se necesita la unión de todos, pero si comenzamos a dudar de nuestra propia identidad, de nuestro pasado heroico en donde se han asentado nuestros valores, nos llevaran a que dudemos de por quien luchar, algunos conocedores han tratado de derribar mitos y sembrar dudas, han puesto en tela de juicio la historia de personajes como Miguel Hidalgo considerado como el Padre de la Patria argumentando que traiciono sus hábitos, de Benito Juárez que fue un dictador ilustrado que se reeligió 2 veces en el poder, de Francisco I. Madero que fue un lobo disfrazado de cordero que mantuvo el aparato represor del porfirismo y Emiliano Zapata que fue un asesino repugnante, emitiendo lo nocivo y haciendo a un lado lo positivo de sus obras llevadas a efecto en sus momentos y circunstancias, por lo demás argumentan que se nos ha inyectado el patriotismo con tanta insistencia que somos incapaces de cuestionarnos ciertos hechos.

Coincidimos que el Himno Nacional debe ser modificado previa consulta con los mexicanos para que concuerde con nuestros tiempos, pero diferimos en que se deje de realizar los honores a nuestra Bandera, éstos deben seguir realizándose porque forman parte desde nuestra niñez como algo inherente a nuestra cultura y nuestros valores que nos han forjado como ciudadanos y nos han fortalecido en nuestros deberes cívicos como miembros de un país en un desarrollo pleno, que si bien ha creado sus propios mitos, éstos han sido pilar de nuestro desarrollo nacional.

Esperemos y comentaremosfrago2009@hotmail.com