REDESCUBRIENDO: Sectas en México.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

29 / Octubre / 2014

México es uno de los países más católicos del mundo. Las cinco visitas del papa Juan Pablo II y las últimas canonizaciones de santos locales así lo atestiguan. A la par, coexisten otros grupos religiosos que con el paso del tiempo se afianza más entre los mexicanos. La mayoría de ellos importados de otros países. Por lo anterior, nuestra nación es extremadamente religiosa. Cuando la religión se vuelve parte fundamental en la vida de las personas, necesitamos; más que nunca, una evaluacióncrítica sobre las creencias que conforman la teología de las diferentes agrupaciones religiosas. En este sentido, el escritor estadounidense Harold Bloom en su libro La religión en los Estados Unidos afirma con gran precisión:

Una nación obsesionada por la religión necesita desesperadamente una crítica religiosa, ya sea que esté o no preparada para recibir un comentario de cualquier tipo sobre un tema tan problemático y personal como la relación del individuo con las convicciones del grupo: un país que se considere cristiano difícilmente podrá ver con buenos ojos a alguien que llegue con las malas noticias de que sus creencias no son, en absoluto, lo que aparentan ser. (Harold Bloom. La religión en los Estados Unidos. Fondo de Cultura Económica. México, 1994. p. 18)

Para la mayoría de las personas creyentes afirmaciones como la anterior suenan a herejía, ateísmo, a intolerancia. Sin embargo, conforme salen a luz pública los diferentes abusos por parte de líderes religiosos, organizaciones totalitarias y la extravagancia de grupos religiosos –como La Nueva Jerusalén en el estado de Michoacán– nos queda más claro la importancia de aplicar una evaluación seria y precisa para identificar anomalías teológicas y desviaciones psicológicas que dañan, en mayor o menor medida, la integridad de los adeptos.Existen algunas organizaciones religiosas en nuestro país que no están exentas de prácticas que afectan la integridad de sus miembros, limitando, al mismo tiempo, sus derechos fundamentales como personas. En este sentido, los daños pueden ser, desde una presión grupal, hasta un trastorno psiquiátrico severo; las limitaciones, por su parte, van desde la prohibición de convivir con personas ajenas a la agrupación a la que se pertenece, hasta el imperativo de no interactuar con el mundo que nos rodea: no informarse leyendo el periódico o prohibir observar la televisión, por ejemplo. Basta citar algunos ejemplos de agrupaciones cuyas creencias afectan, en gran medida, la capacidad de relación con personas diferentes, el estímulo emocional afectivo y el sentido de solidaridad por gente que está a punto de morir.
Las creencias de los Testigos de Jehová.
Esta agrupación fue fundada en los Estados Unidos de América por Charles Taze Russell. Se sabe que el fundador perteneció a varias agrupaciones religiosas antes de fundar la propia. A través de la historia el nombre de la organización cambió cinco veces. El énfasis en la enseñanza teológica es en varios temas: el fin del mundo, la negación de la divinidad de Jesucristo, la negación del infierno, no consideran la trinidad como parte de la doctrina bíblica, entre otras más. Desde la perspectiva teológica, lo anterior es una desviación seria; desde la perspectiva filosófica y metafísica, es sumamente interesante y fascinante para la reflexión. Cabe señalar que la Traducción del Nuevo Mundo –la versión de la Biblia que los miembros de esta agrupación estudian y promueven–, carece de seriedad en la traducción de los documentos originales griegos a los diferentes idiomas que en la actualidad cuenta dicha edición del libro sagrado. Pero mi análisis va encaminado en otro sentido, no menos importante y vital para identificar hasta qué punto una creencia llega a dañar a las personas que las practican.Los Testigos de Jehová tienen prohibido la celebración de cumpleaños. Su argumento es impreciso: sostienen que dicha tradición es de origen pagano, por lo tanto, un cristiano no debe participar, aunque sea un miembro de la familia muy querido, en dichas celebraciones. En esta lógica, los miembros de esta agrupación consideran pecaminoso la asistencia a cualquier fiesta o reunión en donde exista una celebración festiva y es causa de expulsión inmediata de la organización.La prohibición más conocida de la Watch Tower es la que se refiere a honrar a los lavaros patrios, particularmente la bandera nacional. Sostienen que hacerlo es idolatría. Como sabemos, la idolatría se considera pecado desde una perspectiva teológica. Así, los niños hijos de los adeptos a dicha organización no deben participar en los honores a la bandera dentro de las instituciones educativas, lo que les genera fuertes presiones de parte de sus compañeros. No toleran el patriotismo. Impiden la realización del servicio militar en todos los países en donde se solicita. No acuden y no participan en desfiles de conmemoración de celebraciones patrióticas. Si alguna persona cuya profesión es militar o policíaca, y quisiera pertenecer a la agrupación, simple y sencillamente no pudiera, o tendría que abandonar su trabajo para ser miembro activo del grupo.Quizás la prohibición más conocida y más dañina de esta organización es la transfusión de sangre. Los Testigos de Jehová por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia deben donar sangre a nadie, sin importar si la persona pierda la vida por la negación. Cientos de niños mueren en todo el mundo por dicha práctica, violando uno de los derechos fundamentales: el derecho a vivir. Por lo anterior, la agrupación ha tenido problemas legales serios en varios países, aunado al estigma de las sociedades en donde se ubica tal organización.

Sin duda, la necesidad de una evaluación crítica a las prácticas de las asociaciones religiosas es una necesidad imperante, y no un acto de intolerancia, como muchos investigadores sostienen. Mi propuesta no es, en ninguna manera, proponer un ateísmo; es, en definitiva, ser creyentes críticos, creyentes que aprendamos a identificar los abusos de organizaciones religiosas que tienen como finalidad la explotación y la manipulación teológica para obtener beneficios. Tampoco pretendo generalizar. Afirmar que todas las organizaciones de corte religioso son abusivas, sería una gran irresponsabilidad. Es por eso que en este artículo los ejemplos presentados tienen nombre. Esto no quiere decir que sean los únicos, existen otros, y son muchos, pero basta con los anteriores para darnos cuenta de la realidad que vivimos en nuestro país en materia religiosa. Consultas redescubriendo@hotmail.com