Con visión ciudadana: Las tradiciones todavía no están muertas

Enrique Vázquez Coronel

04 / Noviembre / 2014

En estos tiempos modernos donde todo se ha vuelto tan desechable, donde es más fácil comprar nuevas cosas que arreglarlas es bueno saber que por lo menos el espíritu y la mente de los nayaritas conservan un poco de lo que nos ha hecho fuertes como pueblo a través de los años, un poco de valor que tenemos todos dentro y que muchas veces dejamos pasar por el brillo de las posesiones materiales. Al igual que tantas otras tradiciones que aún se mantienen con fuerza, el día de muertos es especialmente valioso pues el reconocimiento a quienes nos dieron vida, un ejemplo a seguir o que ayudaron conformar la sociedad en la que hoy vivimos, debe ser más que una festividad una oportunidad para reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro futuro.

De hecho el día de muertos es una de esas celebraciones enteramente mexicana pues precede incluso a la llegada de los españoles, pudiera confundirse pues coincide con las celebraciones católicas del Día de los Fieles Difuntos y de Todos los Santos, sin embargo los registros históricos indican que las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca, con frecuencia efectuaban rituales encaminados a celebrar la vida de sus ancestros, algunos vestigios incluso, datan de hace más de tres mil años.

A la fecha la Unesco ha declarado el día de muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y aunque en nuestro país se ha comenzado a adoptar con mayor fuerza el Halloween, el día de muertos sigue siendo dominante, obviamente hoy en día la celebración dista un poco de sus orígenes prehispánicos, en aquel entonces el festival de los muertos, se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, muy cerca del inicio de lo que hoy sería agosto y era un festival que duraba un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la Dama de la Muerte (actualmente relacionada con la Catrina, personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.

Ya de lleno en el presente, este fin de semana los panteones de la ciudad se vieron repletos de personas rindiendo tributo a sus difuntos, los comerciantes en pequeño si bien preveían una baja venta de sus productos, todo parece indicar que tuvieron un buen fin de semana seguramente en próximas fechas su líder y representante, Francisco Valle Miramontes saldrá a confirmar cualquiera de los dos supuestos. Este año a diferencia del anterior, los panteones y los altares de muertos fueron visitados por una gran cantidad de políticos, desde la senadora nayarita, Margarita Flores Sánchez hasta el legislador local, Gianni Ramírez Ocampo, varias figuras de la política local se dieron cita para apoyar el impulso a nuestras tradiciones.

En efecto, como adelantaba al principio, el rescate y revitalización de nuestras tradiciones es indispensable, son ellas las que nos hacen fuertes como pueblo y como país, dejarlas pasar al olvido sería un error imperdonable, dejar sin identidad a las futuras generaciones nos convertiría en una colonia más de otro país, bien por lo que salieron a apoyar las tradiciones y por todos aquellos que las viven todavía intensamente.