Trabajadores y maquinaria del Ingenio El Filo municipio de Tecuala

11 / Noviembre / 2014

Por Ignacio Sánchez Betancourt

En 1921, la hacienda Cía. Agrícola de Quimichis , instala un trapiche en El Filo. Para producir azúcar y alcohol que fueron el producto de las grandes extensiones de cañaverales de sus latifundios, fue tanta la demanda que la mayoría de los pueblos y comunidades de Tecuala y de Acaponeta surtían de caña a la pequeña fábrica, el gerente de la Hacienda Moray Lindsay Aplegare Hutchinson, en 1927, adquiere maquinaria moderna dejando atrás la vieja caldera que funcionaba con leña y gabazo de caña, ahora el ingenio movía sus engranes con combustible diesel, con el reparto agrario la hacienda es afectada y pasa el ingenio en calidad de arrendamiento al Sr. Pedro Ahumada Jiménez, posteriormente es relevado por el Sr. Manuel Ochoa Vizcaíno, y en el año 1937, es adquirida por Don Cristóbal Álvarez, que invierte 2 millones de pesos en la reconstrucción de la factoría, se instala maquinaria de Estados Unidos y Cuba y se espera una molienda de 700 toneladas en la zafra, Don Cristóbal era de origen español originario de Michoacán y posee otra ingenio llamado Los Reyes.

El ingenio El Filo, era el mejor del estado con una capacidad de moler 1200 toneladas por encima de los ingenios de Puga y Bellavista; el 8 de Septiembre de 1947, se solicita el embargo del ingenio propiedad ahora de las Señoritas María Josefina y Carmen Álvarez, hijas del finado Don Cristóbal Álvarez, posteriormente se anuncia el embargo precautorio por 64 mil pesos. El 23 de Septiembre de ese mismo año, en la Plazuela Municipal se reúnen alrededor de 1600 personas entre trabajadores del ingenio, campesinos productores de caña y sus familias que se beneficiaban indirectamente de dicha planta, que al darse a conocer el cierre de la empresa más importante que se tiene en la historia de Tecuala; el presidente Municipal Santos Ramos Contreras desde su oficina escucha a la multitud sus reclamos lanzando mazorcas de maíz al edificio del Ayuntamiento en protesta.

Los manifestantes reclamaban al Alcalde, la falta de apoyo y voluntad del Gobierno para ayudar al a empresa a solventar sus adeudos, el ingenio era un generador de empleos muy importante en la economía del norte del Estado, y denunciaban que obedecían los intereses de el Gobernador en turno Gilberto Flores Muñoz, quien acaparaba la producción de maíz en Nayarit, el cierre obedecía por el interés de obligar a los productores de caña a cultivar el maíz, en Acaponeta y Tecuala. En respuesta en 1949, en el ocaso del ingenio, el Gobierno Federal comisiona al Ingeniero Jorge Acosta y a un Licenciado en economía de apellido Cuadra, con el objetivo de rescatar dicha factoría que ya había sido en partes saqueada por los pobladores. La falta de apoyo real, desilusiona al Ingeniero Acosta, que ante tal situación de fracasar en su cometido, se suicida colgándose en una viga del techo del ingenio, esa fue la versión oficial, pero cuentan los trabajadores que el Ingeniero fue asesinado y lo hicieron pasar como un suicidio para que la industria no se recuperara. La industria es rematada como fierro viejo y vendida al acaudalado industrial Carlos Corona originario de la Ciudad de México, el remate es reclamado por el Banco Nacional de México, fue de la cantidad de 700 mil pesos, termina así con la industria más grande instalada en el Municipio de Tecuala, no hubo voluntad de parte del Gobierno Estatal ni Federal de rescatar una empresa que generaba cientos de empleos en el Norte de Nayarit.

Los empleados en los 3 turnos acarreadores y cortadores de caña en el ocaso de la fábrica , los que se recuerdan son: Antonino Sánchez, que se desempeño como caporal y administrador; Juan Reyes, Luis Lerma, inspectores de campo; Arnulfo Sillas Jaramillo y Roberto Álvarez, encargados del alambique mielero; J. Othón Robles E. y Antonio Medina, pagadores; Antonio y Feliciano Franco, Lucio Sandoval y Salvador Medina, encargados del taller mecánico; Guillermo Huerta, encargado de la bascula; J. Luis Godínez Orozco, chófer encargado de trasportar azúcar y panocha a los centros comerciales de Acaponeta y otros Municipios; Encarnación Palomares, representante de los trabajadores Sindicalizados; Luis Rosales, Motorista; Toribio Pineda, Julián Tinajero y Juan Domínguez auxiliares motoristas; Fidencio Robles, tomador de Tiempo; Pedro Romero y Liborio Robles, encargados del mantenimiento de la bomba que surtía de agua a las instalaciones; Alfredo Medina, mecánico tornero; Alberto Lomelí, triplero; Cipriano Soltero, Hilario Villela y Alejandro Navarro, tenían a su cargo la grúa; Juan Herrera, cosía los costales; Ignacio Sánchez Carrillo, jefe de albañiles; los hermanos Felipe y Jesús Contreras, fogoneros; en igual forma Severiano Herrera; Felipe Navarro era el químico alcoholero; José Vázquez; el trancazo Trujillo, almacenistas; Luis Rivas Osuna, cajero y el último gerente el joven Luis Álvarez, hijo de Sr. Cristóbal Álvarez.

Foto Archivo: Ignacio Sánchez Betancourt, Cortesía: de Alberto Parra Grave, Propietario de la gráfica, puede reproducirse mencionando las fuentes de origen. Artículo tomado del Libro próximo a publicarse EL CENTRO HISTÓRICO DE TECUALA; autor: Ignacio Sánchez Betancourt.