Laberintos de Poder: Gasolinazos impacta salarios y prestaciones a trabajadores

Por: Bertha Alvarez

12 / Noviembre / 2014

Hay algo que no queda muy en claro, por una parte la empresa Consultores Internacionales acaba de anunciar que el incremento al precio de la gasolina tendrá una resonancia negativa en las tarifas del transporte público y no solo público, pues es obviamente claro que cuando sube al gasolina los incrementos a los productos básicos y no básicos se vienen en cascada.

Aun recuerdo el ejemplo que nos dio la maestra de Sociales cuando cursaba la escuela secundaria, en una clase nos preguntó si los incrementos a la gasolina nos afectaría de manera directa. –Por supuesto que más de un alumno respondimos que no porque no teníamos carro.
Ella nos hizo entender el error de nuestra respuesta. Comenzó a poner sencillos ejemplos: el más eficiente el pago de los fletes el en transporte de productos de una ciudad a otra, en todas las empresas los dueños de las empresas tendrían que aumentar el costo del producto por la sencilla razón: en esta ocasión el llenado del tanque salió más caro.
Solo para darnos una clara idea el precio de la gasolina Magna, entre enero de 2007 y octubre de 2014, aumentó 94.23 por ciento y el de la Premium 67.14 por ciento; en siete años casi aumento el doble, en tres años su incremento porcentual seria del 50 por ciento.

Ello no solo conlleva incrementos al transporte sino en las frutas, las verduras, el huevo, la leche, el pan, las tortillas, la ropa, el calzado, los viajes por muy cortos que sean, como las comunes salidas familiares a los destino de playa, -aunque sea a comer y de regreso a casa- entre muchos otros gastos.
El aumento a la gasolina es un claro referencial del incremento que los gobiernos federal y de los estados deben tomar en cuenta al momento de firmar los contratos salariales y contractuales, pero para entrar en calor, continuamos con los incrementos, ya que en 2014, solo en lo que va del año el acrecentamientoa la gasolina fue de 7.5 y 8.6 por ciento, respectivamente.

La gasolina nunca ha disminuido sus cotizaciones. Por decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que desde hace más de 20 años aplica una política de ajustes mensuales A LA ALZA, NUNCA A LA BAJA.
Si le rascamos podemos mencionar que los gasolinazos ajustan sus precios dependiendo del tipo de cambio por las importaciones que se realizan, los tres impuestos establecidos en el mercado interno, el precio del petróleo y un elemento cuya información se desconoce porque está reservado. Pero ¿creen que eso importe a los mexicanos y los nayaritas? O a los funcionarios que reciben sus vales gratuitos de gasolina? claro que no. Porque sale de la esfera de nuestras decisiones, solo sabemos que el precio aumenta y aumenta y los salarios disminuyen y disminuyen, tanto que los gobiernos ya nos tomaron la medida porque a mayor oferta de mano de obra menor demanda y menor sueldo, así de sencillo, lo que se llama el neoliberalismo o capitalismo cerrado a las esferas políticas y gubernamentales.

Y para partirnos el queso, la madre, o el sueldo, como lo quieran traducir, nuestro flamantesecretario de Hacienda, Luis Videgaray, el que come torta de huevo con frijoles, tortillas con queso o huevos con tortillas todos los días, dijo ante los diputados que en 2015 ya no habrá incrementos mensuales al precio de la gasolina, únicamente al inicio se dará un incremento que no podrá ser superior a la expectativa de inflación.
Eso dijo en octubre, ahora en noviembre la Ley de Ingresos para el año próximo se determinó establecer un incremento de 3.0 por ciento al precio de los combustibles, a lo que se la he llamado ‘el gasolinazo’ anual, que se hará una única vez al inicio del año.

Déjenme reírme un poco porque el incremento que se dio al salario mínimo en 2014 fue del 3.9 –dizque para mejorar las condiciones de los trabajadores- si Videgaray ya advirtió que para enero del 2015 aumentará en un 3 por ciento el gazolinazazazazazo el incremento al salario mínimo quedará reducido en cenizas desde el inicio del mismo 2015.
Así que a los Gobiernos Estatales les queda la chamba de ser considerados con los trabajadores que de entrada serán económicamente apedreados por el gobierno federal de Enrique Peña Nieto.