En el taller de Marcelino Ibarra Ponce muchos tuvieron la oportunidad de superarse

12 / Noviembre / 2014

Por Jolumeca

Ixtlán del Rio, Nayarit.- Cada uno en la sociedad ocupa un puesto y presta un servicio, todas las profesiones son honrosas, porque todas son útiles y contribuyen al bien general. Se ha de reconocer, sin embargo, que algunas funciones sociales son más dignas como el maestro que se ocupa de las almas, en este lugar, el maestro Marcelino Ibarra Ponce, dio oportunidades a muchos chalanes.

En este aspecto Marcelino se vio educador de la juventud al darles la oportunidad de aprender un oficio y que a la postre fuera su sustento haciendo de ellos excelentes ciudadanos buenos y virtuosos siendo la fuerza de la sociedad local donde ocupan buenos lugares, fue su taller especializado en limpia y soldadura de radiadores, donde muchos encontraron su vocación.

El maestro Marcelino, participó de manera indirecta y muchas veces como un segundo padre de manera generosa y desinteresada, su inclinación de ayudar a aquellos que llegaron buscando chamba y fueron muchos los beneficiados en su relación con un buen trato, buscando formar el carácter para que aprendieran el oficio y encontraran la satisfacción del trabajo diario.