Nayarit Plural: Los mexicanos apuestan a seguridad, justicia y paz, el Gobierno debe aplicar la ley

Por Fernando Gutiérrez Meza

04 / Diciembre / 2014

Indudablemente que millones de mexicanos bien nacidos le apuestan a un país tranquilo y en vías de desarrollo, para que los hijos, nietos y futuras generaciones puedan vivir bajo un buen clima de paz, justicia y seguridad, que desafortunadamente se ha perdido ante la complacencia de gobernantes a quienes les ganó la ambición del dinero, y permitieron la inclusión de gentes ligadas al crimen organizado, que ahora difícilmente podrán erradicar, pese que hayan detenido a cabecillas los herederos de éstos siguen el mismo camino.

El comentario viene al caso por las recientes declaraciones del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, César Camacho Quiroz, el lunes pasado en que presentó una lista de compromisos de respaldo a las diez medidas anunciadas por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, con el firme propósito de lograr un México con seguridad, justicia y paz.

El dirigente nacional del tricolor aseveró que los compromisos presentados están clasificados en cuatro ejes: sociedad segura, inclusión social, prosperidad para todos y juventud.

Refiere que mantener una sociedad segura y fortalecer el estado de derecho, requiere aplicarse la ley a todos por igual, empezando por las autoridades; la justicia permitirá lograr integración social y generar mayor prosperidad para todos, aseguró el líder priísta.

Otro aspecto es establecer como compromiso blindar a precandidatos y candidatos de la delincuencia organizada y el uso de recursos de procedencia
Ilícita.

La seguridad es condición para vivir con certidumbre, favorece la convivencia social y las condiciones para el desarrollo integral con justicia social, lo que a su vez es indispensable para vivir en paz.

Hay certeza que tanto los actores políticos, sociales y el pueblo en su conjunto coinciden con el líder del CEN del PRI César Camacho, pero es necesario ir más allá que las palabras, porque el pueblo de huaraches, de bicicleta y que viven en la colonia o el ejido no cree en el gobierno y las instituciones, menos en las autoridades que imparten justicia y aplican la ley que venden al mejor postor.

Para que realmente haya un cambio y se recupere la confianza ciudadana y de las instituciones se ocupa que el gobierno federal actué contra quienes anden mal, aún tratándose de amigos o familiares políticos que desempeñan cargos públicos, porque como dijeran el buen juez por su casa empieza, de lo contrario de poco sirven los acuerdos y firmas, dado que se han presentado alarmantes casos de corrupción en diversas entidades y los responsables andan muy tranquilos en otras partes del mundo, acciones que mantienen en el enfado a millones de mexicanos que viven en la medianía a diferencia de los políticos.

Se han presentado casos de personajes que acceden al poder con una mano atrás y otra adelante, pero al paso de un tiempo salen de los puestos con ranchos, inmobiliarias, departamentos y gasolineras, cuando un humilde ciudadano de carne y hueso con sacrificio adquiere una casa de interés social pagadera a 30 años y con la benevolencia del ISSSTE o FOVISTE les condona la deuda en caso de muerte.
La deshonestidad no es tal o cual partido, pudiera decirse que es general, pero se debe a que la justicia no es aplicada a los delincuentes de cuello blanco como suelen llamarse a algunos políticos que no se conformaron con el famoso diezmo.
Este primero de diciembre se cumplieron dos años del gobierno de Peña, y como en cada administración ocurrió algo inesperado, los muertitos de Ayotzinapa, que haya sido como haya, sido desató molestia social en todo el país.