El Personaje de la Semana: Jesús Dávalos Miramontes Fotógrafo

Por Ángel Carbajal Aguilar

15 / Diciembre / 2014

Nació en la ciudad coquera, Tupan, Nayarit, un día 18 de Octubre, pero registrado el 3 de Noviembre de 1939, su familia está compuesta por sus hijos Rodrigo de Jesús y Paulina Aránzazu Dávalos Cuevas.

De escolaridad, solo hasta sexto de primaria que terminó en la escuela José Maria Morelos y Pavón cuando cumplía 13 años de edad, en su ciudad natal. La mayor parte de su infancia la paso disfrutando de las bellezas del campo; a veces como chezador, otras como alzador o cordero. Eran muy pobres, pero siempre trabajando en tiendas, bodegas y abarroteras tanto de mayores como de menudeo, esto fue e Tuxpan, ya en Tepic trabajo en otra tienda de abarrotes que estuvo en Abasolo y San Luis, frente al mercado Abasolo, recinto que rentaba su papá y madrastra.

De los locatarios del mercado, eran sus amigos que le contaban interesantes historias como José Pepito Wong, Miguel Wong que tenían carnicería, también el Chino Orozco, Isidro Salas y Francisco Orozco.

Cuando tenía 25 años se fue a la aventura y terminó trabajando en la ciudad de Tijuana y duro un año y medio en una cervecería o cantina de nombre Coahuila.

En Tepic ingreso a trabajar a Bellavista, muy joven de 28 años, con grandes sueños, estuvo en los departamentos de cardas, mechero, estiradera, pavilo y telar de lona, le toco un ambiente pesado. Trae en su mente las imágenes de como se generaba la energía eléctrica para el pueblo de Bellavista iluminada con la planta del Punto, porque la fábrica se movía y se iluminaba con sus propias turbinas.

Le tocó ser una pequeña parte del producto terminado, mezclilla y Gaza para la fabricación del vestido de la segunda guerra mundial, costalera para las fábricas e ingenios, entre ella la arrocera de Pablo Anaya, La Escondida, Puga, Jauja y las más de 60 haciendas que existieron en lo que hoy es Nayarit.

Le tocó entrar a las 5 de la mañana y salir a almorzar de 8 o 9 de la mañana y la comida a las 2 de la tarde, dice que dejo de trabajar porque después de enseñar a nuevos obreros el jefe Felipe Beltrán lo desplazaba y luego se burlaba.

Después se fue al Ingenio El Cora, pero recuerda que en Bellavista trabajo muy a gusto, de las leyendas de que asustan a él nunca lo molestaron ni vio nada.

Durante un tiempo fue ayudante de albañil para terminar como fotógrafo, pues con la liquidación que le dieron en El Papalote de $7500 puso un puesto de mariscos en tiempos de Félix Torres Haro, en ese tiempo llegó el fotógrafo de apellido Santoyo y le vendió la primera cámara fotográfica con todo y cartucho, que costaba 30 pesos; y con su cámara la ruta fue La Peñita de Jaltemba, después de esa fecha aprendió tomas fotos, revelar e imprimir y conoció a todos los fotógrafos pioneros, desde los que ya murieron y los que viven.

Tiene en venta una colección de fotografías de la fábrica de Bellavista tanto del edificio como de la maquinaria con registro 103/2010 de fecha 29 de Junio de 2010 con el título: FÁBRICA TEXTIL OBREROS DE BELLAVISTA NAYARIT, tiene su domicilio en Calle de Trabajo 17, Barrio Alto, Bellavista.

Tiene un mal recuerdo, que le platicaron de Faustino Somellera, quien cuenta la historia se mancho las manos con la sangre de los obreros en un régimen de terror y esclavitud, con tanta pobreza igual que ahora con jornadas de 5 de la mañana a 12 de la noche.

Igual que ahora contra la represión del Sutsem, en 1894 Francisca y Maclovia Quintero, Victoriana Arroyo, y Adelaida y Mariana Castañeda hicieron un paro sin resultados. En 1896 hubo otro paro y en 1905 Enrique y Pedro Elías hicieron la primera huelga de México, antes de la de Cananea, Sonora en 1906 y Río Banco, Veracruz en 1907. Marcharon 500 obreros de Bellavista con rumbo a Tepic y las ordenes de la autoridad que recaía en Mariano Ruiz y las fuerzas armadas que tenias la firme intención de disparar si no se regresaban trabajar, los lideres tuvieron la sabia decisión de no exponerlos a una masacre.
En esa ocasión como ahora falto el apoyo del gobierno, la indiferencia del comercio y la cobardía de la prensa local y todas las clases sociales tuvieron miedo.

El fin de las operaciones se dio en 1989 después de 140 años, ahora es historia.