Líneas : El Prof. Fernando Velázquez Arellano: Un talento matemático nayarita

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

14 / Enero / 2015

(Segunda Parte)

Yo le dije, mira Barajas, yo me voy a Nayarit, ya me harté de todo esto. Ya había participado en movimientos como el de los maestros, sin ser profesor del SENTE, como me uní a otros movimientos estudiantiles, por el gusto de estar con ellos, apoyándolos, solidarizándome con ellos, y le he tenido mucho afecto a los mentores porque mi Secundaria la hice con los maestros, y tenía cierta inclinación hacia eso pero decidí otro rumbo, y estos movimientos como que me hacían vivir más otra situación. Me decía Barajitas, no te vayas paisano, allá te vas a ahogar, vas a quedar en la nada, quédate aquí, sigue luchando, mira Y yo decidí agarrar mis maletas y me vine a mi tierra, a Nayarit.

Aquí anduve un tiempo desempleado, platicando con las piedras (1981), y encontré una persona de Economía que jamás había visto, y me vio en la calle y me saludo diciéndome: Fernando, ¿qué andas haciendo? A mí me extrañó porque no sabía ni quién me estaba hablando; y ya me dijo él: Soy Fernando, ¿no te acuerdas de mí? Soy amigo de Andrés Rojas, (había estado conmigo en Economía, era hijo de un General del Estado de Guerrero). Era Fernando Soto, la persona que me encontró aquí en Tepic y me invitó a trabajar a la Secretaría de Turismo, sin sueldo, nada más me tiene como Economista, como Ingeniero y realmente no trabajé en esa Secretaría, nada más estuve acompañándolo a él y revisando algunos proyectos turísticos que en realidad nada podía hacer la Secretaría por esos proyectos.
En fin, ahí ya en Turismo, Fernando me relaciona con gente del Seguro Social, voy y me presento y me dicen: Usted es el que envió el licenciado Fernando Soto. Yo les contesté afirmativamente, y me pusieron a hacer una entrevista con el Ingeniero Santana, que era el Jefe de Mantenimiento del Seguro Social y me dijo que ocupaban una persona para que se hiciera cargo de una obra que era para una Clínica de los electricistas, que está por la calle México antes de llegar al Cerro de La Cruz, enfrente de CONALEP. Me pidieron mis documentos y al revisarlos me indicaron que la experiencia estaba basada en pura docencia. Le contesté que sabía economía y dirigir empresas y me dieron el trabajo. Y me vine a dirigir la obra de la Clínica del Seguro Social que le llamaban dos más uno. Terminamos la obra felizmente, todo sale muy bien y posteriormente me voy a Tuxpan, a la remodelación de la Clínica de Tuxpan, y ahí también las cosas salieron perfectas y me envían a Pimientillo, pero ahí yo vi que se estaba mal interpretando mi labor como ingeniero en el Seguro Social, ¿por qué? Por que yo reportaba unos gastos y ellos daban otros, alteraban las nóminas y entonces no quise verme en problemas.

El expediente del SS, platicando con los albañiles, y viendo sus salarios, les propuse que me paralizaran la obra, supuestamente porque estaban inconformes con los salarios, se llega a un acuerdo entre el sindicato de albañiles y el SS, y se elevan los precios del tabulador y ellos se ven mejorados. Me voy a Tuxpan, le pido ese tabulador al sindicato y les digo que yo les rechazo ese tabulador y se molestan porque se los rechazo. Y me dicen que no se pueden bajar tanto los precios No, les contesto, yo no les estoy pidiendo eso, simplemente que yo traigo el tabulador de Tepic y con ése les voy a pagar. Este tabuladote estaba quince por ciento muy arriba, de lo que era el de Tuxpan, cuando ellos ven este tabulador, se sorprenden y les exijo que me pongan el tabulador de ese lugar al nivel del de Tepic. Pero que me hagan una carta en donde al no acceder a ellos me van a paralizar la obra, alegando que la carestía y no se cuántas cosa. De alguna manera hacen el oficio y lo traigo a Tepic, al SS, y me dicen que no hay problema que se puede pagar al precio de Tepic salen favorecidos: los albañiles.

Me voy a Pimientillo en donde me encuentro con un caso de una señora en el que la engañan diciéndole que le van a dar un terreno por su casa para que ahí se haga la Clínica. Platico con la señora (que nunca les firma un documento) y le invito unos refrescos a ella para platicar el asunto, y le digo: mire señora, yo no le voy a sacar de aquí hasta que no me firmes un papel en donde diga que quiere una casa, a cambio de tu terreno, ya que usted está dando su casa y tu terreno y eso creo que debe ser algo mejor. El Seguro le da su casa y su terreno.

Ya para 1983, hay la oportunidad de involucrarme en el sub. Sistema de Tele Secundarias, y me incorporo ese año en septiembre, y fundo la Tele Secundaria de San Andrés, municipio de Tepic, en ese entonces era gobernador don Emilio M. González, y el secretario de Educación era el Prof. Francisco Alegría.

Francisco Alegría me conocía muy bien porque toda su familia estudió en México, y de alguna manera allá nos veíamos, y no tuvo ninguna objeción en contratarme. Nosotros estábamos por contrato en Tele-secundaria, a veces pasaban meses sin que nos pagaran, no teníamos ISSSTE, las condiciones laborales eran paupérrimas, dábamos clases debajo de los árboles, no teníamos ni siquiera televisión Nuestros alumnos eran muy pobres, apenas sí tenían para venir a la escuela otras veces se los llevaban a trabajar y nos quedábamos sin estudiantes, durante el tiempo en que los ocupaban.

Ya para 1987, don Emilio nos ayuda construyéndonos un aula, ahí en San Andrés, nosotros –los maestros de la Tele-secundaria- seguíamos comentando, platicando sobre las injusticias que cometían contra nosotros, y ya para 1989, hicimos un movimiento pacífico, en el cual salimos a la calle y los padres de familia nos apoyaron, también salieron a la calle, le pidieron al gobernador que nos basificara, y fue precisamente Celso Humberto Delgado, quien nos basifica.
Posteriormente nos incorporan al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, y yo en ese momento me desligo de la Tele-secundaria porque no comulgo con el SNTE, por la política que ellos llevan, me uní a otro grupo de compañeros que estábamos ligados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y nuestra pequeñísima parte –siete u ocho compañeros que ahí estábamos criticando al SNTE- de todas las injusticias que se cometen contra los trabajadores.
Un tiempo después, por ahí en el 90 en una visita que hago a la Secretaría de Educación Pública, allá en Ciudad del Valle, me dicen los compañeros que habían quemado libros de Tele-secundaria, en esos precisos momentos –cosa curiosa- pasa Celso Humberto Delgado, y le pido que se detenga a mitad de calle; el gobernador, -de alguna manera ya me había visto en algún movimiento- se para y me dice: ¿qué quieres? Y yo le contesto que quiero hacerle una denuncia, quemaron libros de la Tele-secundaria, no sé las razones, pero eso es un delito, son libros que sirven todavía.
En ese entonces el secretario de Educación era Nacho Langarica, se hacen las investigaciones y Nacho es expulsado de la Secretaría. Claro, con adornos políticos, pero Langarica es dado de baja por Celso Humberto por haber quemado los libros.
En esa ocasión el mandatario le dice a Nacho que me de una explicación porqué había incinerado los textos, y éste argumentó que porque le estaban causando bichos raros. En respuesta al gobernador le dije: sí están haciendo pensar a la gente.

Nacho Langarica fue considerado como El Nerón de la Cultura. Yo lo seguí viendo en la calle y como nunca le tuve miedo ni recelo ni nada, ni él para conmigo; político él también y no digo que fuimos amigos, simplemente me fue indiferente.
Llega Toño Echevarría, al poder y salgo con mis muchachos y los padres de familia en un evento ejidal, y le pido que me construya un aula, porque ya no cabíamos, eran dos aulas y los grupos eran tres En ese entonces estaba de Secretario de Educación Pública un profesor que le apodaban El Tiburón, entonces el gobernador le da la orden de que me acompañe a la Escuela, y al ver El Tiburón las condiciones en que estoy trabajando le dice a Toño que me va a mandar construir dos aulas más. Así que ya tengo cuatro. En ese año, llevamos a cabo, a manera de experimento de inquietud, un ensayo en San Andrés, pusimos una preparatoria, pero con el apoyo de la Televisión Educativa, que era la Tele Prepa, -corría el año de 1999), y llevo a cabo ese experimento en la Escuela con muchachitos que no habían podido venirse a Tepic a estudiar.

Ahí hacemos un experimento de un año, de Preparatoria, con los programas televisivos de México, apoyándonos con lo que tenemos en Tele secundaria, y además haciendo los comparativos con los de Preparatoria 13. En ese año el agotamiento que tuve fue muy fuerte. Me enfermé por ahí ya en julio-agosto de 1999, y decidí suspender la Preparatoria.
El permiso de la Preparatoria lo conseguí con la Maestra Ofelia Domínguez, ella me da el permiso para que yo haga una Preparatoria Experimental, pero era particular y estaba siendo analizada para poder traer el proyecto de Tele Prepas a Nayarit, en fin, doy de baja a mis alumnos, incorporo a los que van a segundo grado ya, los incorporo a la UAN, a la Prepa 13 y a la Prepa 1, y obtengo un permiso para dirigirme a la ciudad de México, ahí me informo y me doy cuenta de que la Tele Prepa está aprobada para Nayarit, con el consentimiento de Toño Echevarría, en ese estonces el secretario de Educación era Jesús Castañeda, él puede precisar más estos datos. (Continuará).