EL ITACATE: EL ENIGA DE FULCANELLI (Segunda y última parte)

Por Agustín Almanza Aguilar

22 / Enero / 2015

Una ‘Sociedad Luciferina’... Se cuenta que Champagne habría contribuido para la construcción del templo de Saint-Merry, lugar de reunión de dicha sociedad, y que otros señalan dos asuntos importantes: es un barrio templario y punto de reunión de la Cofraternidad ‘Heliopolis’, a la que Fulcanelli dedica sus textos. En la entrada de ve la imagen de un supuesto ‘Baphomet’, un demonio andrógino, alado, con el brazo derecho apuntando hacia arriba y con el izquierdo hacia abajo, idea petrificada producto de la mente de Jean-Julián. Ahora, ¿qué clase de traición cometió Champagne?

¿Tenía lepra? Padecía abundantes hemorragias y secreciones, al grado que sus dedos de los pies se le desprendieron, y Canseliet afirmó que en todo eso no había nada de torpe hechicería, además que era el propio Fulcanelli quien ayudaba económicamente a Champagne. Otra: la portera de donde estaban la buhardillas de Eugene y Jean-Julián no vio nunca más que a ellos dos...

Para los que hemos tenido la oportunidad de estudiar las dos obras de Fulcanelli, ‘El Misterio de las Catedrales’, y ‘Las Moradas Filosófales’, vemos una gran erudición y cultura en ellas. Bien; finalmente, respecto al valor que actualmente se le concede a la Alquimia, que es la de ser una ingenua filosofía y la antecesora –llena de locura y supercherías- de la química moderna, podemos subrayar lo siguiente: de que una verdad no esté demostrada ni sea demostrable con ayuda de los medios de que se dispone la ciencia, no puede inferirse que no lo sea jamás... Calificar una cosa de imposible porque su posibilidad actual resulte dudosa evidencia falta de confianza en el porvenir y es renegar del progreso.

El seudónimo de ‘Fulcanelli’ conlleva de enfática manera la idea del ‘Fuego-Luz’: Vulcano-Helios. Y el personaje hace mucho hincapié en el disolvente Alkaest, el agente clave de todas las operaciones, considerado en su esencia espiritual, más que en su forma vulgar. Tal esencia ígneo-espiritual es la que se introduce en los cuerpos en el momento de su aparición en el plano físico; es el único abimador de todas las sustancias. Tal fuego va ligado a la Luz, y –recordémoslo siempre- Dios es Luz, es Espíritu y es Fuego... Se toca el tema de la ‘Chispa Divina’ emanada del Creador, la cual es el enlace entre el Ser Supremo y la creatura. Los alquimistas hablaban de una ‘condenación del Espíritu Universal’, de una ‘Tintura’ que, al impregnar totalmente el Vaso-Crisol el ser humano no obtendría la legendaria ‘Piedra Filosofal’... Sigue vigente eso de que el verdadero oro alquimista no es el vulgar, el que codician el común de la gente, aunque para hacer oro hay que tener oro: el ‘Donum Dei’.
Champagne murió de manera horrible (1932) y Canseliet dejó de existir, también. ¿Era Fulcanelli el nombre de un grupo de alquimistas?... El enigma sigue en pié.

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