Insólito viaje en Jet para aprobar 300 millones a Ney: Lolo Galindo

* El ex diputado por el PRI precisa: se encontraba en Michoacán y el ex gobernador envió un avión por él, para sacar adelante la autorización del préstamo.

26 / Febrero / 2015

Por Oscar Verdín Camacho

La tarde del 19 de mayo del 2011, el entonces diputado local por el PRI, J. Dolores Galindo Flores, popularmente conocido como Lolo Galindo, realizó un insólito viaje en jet entre el estado de Michoacán y el aeropuerto Amado Nervo, en Tepic.

El motivo: sacar de un apuro al titular del Poder Ejecutivo, Ney González Sánchez, y que el Congreso del Estado le autorizara la contratación de un préstamo por 300 millones de pesos –pagados a 20 años, se indicó- para la construcción de una carretera entre La Cruz de Huanacaxtle y Punta de Mita, en el municipio de Bahía de Banderas, obra que, ha sido documentado en Relatos Nayarit, prácticamente fue adjudicada al empresario de Jalisco Héctor Cárdenas Curiel, mencionado en negocios con el ex gobernador.

Ese 19 de mayo, jueves, se jugaba la final de futbol entre los equipos Morelia y Pumas, y corrió la versión de que Galindo había acudido a ese encuentro, pero no fue así, según la precisión del propio ex diputado.

Localizado al mediodía de este miércoles en la Fiscalía General del Estado (FGE), Lolo Galindo aceptó contar detalles de lo ocurrido: en realidad se dirigía a Lázaro Cárdenas, Michoacán, en compañía de su chofer y de David Lara, director de Pesca del Gobierno del Estado. Asistirían a un foro de pesca.

Recordó que horas antes se comunicó con el líder del Congreso del Estado, Manuel Narváez Robles, y no le reportó mayor novedad, por lo que viajó a Michoacán sin pendiente. Y efectivamente, al cruzar por aquellas tierras le llamó la atención que mucha gente trajera banderas del equipo Morelia. Galindo Flores no sabía del partido de futbol.

Fue entonces que, precisó el también ex reportero, intercambió unos mensajes con Ney González y éste le pidió que no faltara a la sesión legislativa que se celebraría esa noche. Lolo se sorprendió. ¿Cuál sesión?, si estaba en Michoacán.

En mayo del 2011, agonizante el gobierno, la fracción del PRI estaba dividida, distanciados del gobernador los diputados identificados con el magisterio, por lo que González Sánchez no vaciló en poner a disposición de Lolo Galindo un jet, con el fin de sacar adelante el préstamo y cumplir, se deduce, el evidente pacto con Cárdenas Curiel, quien actualmente estaría preso en una cárcel del Distrito Federal y quien en 2014 permaneció varios meses en la penal de Tepic.
Ney pidió a Lolo que se dirigiera a un aeropuerto de la región –no recordó el lugar-, pero cerraba a las cinco de la tarde. Sin embargo, un militar encargado de la seguridad ya tenía la orden de dejarlo entrar.
- ¿El diputado Galindo?.
- A sus órdenes.
Siempre bromista, desparpajado en su narración, Lolo Galindo recordó que, al igual que sus acompañantes, se preguntó si abordaría una de las pequeñas avionetas ahí a la vista, pero la respuesta llegó minutos después: aterrizó un jet cuyo capitán, al parecer nayarita, le preguntó si llevaba prisa. Y a ‘volar’ se ha dicho. Llegamos en una hora a Tepic; David y mi chofer siguieron al foro en Lázaro Cárdenas.

De acuerdo con el ex diputado, el avión era de unas ocho plazas y únicamente viajaron el piloto y él.

Después, directo al Congreso del Estado y a la aprobación del préstamo.
Galindo afirmó desconocer quién pagó la renta del avión: el Gobierno del Estado o el propio Héctor Cárdenas.

Dijo saber que después corrió la versión de que Cárdenas habría hecho llegar un millón y medio de pesos para los diputados que aprobaron el préstamo, de los cuales no recibió un peso.

La semana pasada, Manuel Narváez justificó a este reportero que las compensaciones extraordinarias que salieron a su nombre en el Congreso del Estado, en realidad eran para todos los diputados de la fracción del PRI por los gastos de gestión.
Lolo Galindo sonríe: todos, unos más, unos menos, recibieron apoyos por aprobar algún préstamo, alguna reforma.

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