El caso Layín; el está enojado, no avergonzado: especialista

* Este tipo de hombres nunca llega a un consultorio. Para llegar a una clínica, a una atención psicológica-psiquiátrica primero se necesita reconocer que se está mal
* Y respecto a Rosita: veo un impacto emocional, un shock. Su ropa interior no es la de una mujer seductora o que iba con malicia, ni pensar que se lo buscó, porque sus pantaletas parecen de una niña, explica la psicóloga Liliana Jiménez Agraz.

05 / Marzo / 2015

Por OSCAR VERDÍN CAMACHO

Más que arrepentido, Hilario Ramírez Villanueva Layín se mostró enojado en la entrevista con Adela Micha, el martes tres por la noche en Televisa, y ofreció disculpas a Rosita, a su mamá Norma y a su padrastro Chava –según los identificó-, luego de que el sábado 28 levantó el vestido en dos ocasiones a la joven mientras bailaban con música de la banda El Recodo, a propósito del cumpleaños 44 del presidente municipal de San Blas.

Con 20 años en el ejercicio profesional de psicología, directora del Centro de Salud Mental (CESAME) del Gobierno del Estado, Liliana Jiménez Agraz ha observado videos de lo sucedido el sábado 28 y la entrevista de Ramírez Villanueva con Adela Micha, por lo que considera que, cuando el alcalde se refiere, en la entrevista, a que se trataba de ‘una fiesta popular de rancho, fiesta de pueblo’, dejó ver que trató a la gente como lo que él cree que es, es decir, que en su opinión es como se divierte la gente, gente sin educación, sin criterio.

Explica:
Minimiza la inteligencia y el respeto que se merece todo ser humano, porque se expresa como ‘fiesta popular de rancho, todo mundo alegre y es la cultura de los mexicanos’. Él cree que en un pueblo así hay que tratarlos, hay que darles todo el vino y la cerveza que quieran, toda la comida, traerles la banda. Trata de minimizar a los demás ante su poder, porque yo conozco personas humildes, de rancho, de pueblo, de cultura mexicana, que tiene más conciencia del respeto hacia los demás que él.
Jiménez Agraz ve a Ramírez Villanueva contrariado, con movimientos en sus cejas, cuando intenta persuadir a la periodista y llevarla por el camino que él quiere. No se dio cuenta que estaba frente a una mujer representante de la indignación de muchas mujeres.

Frente a la justificación de que Rosita lo animó a levantarle el vestido, señala: su caballerosidad y su educación no estuvo. Es como decir: ‘ella se prestó, yo se lo dí’, pero vamos a suponer que en la primera se prestó, pero en la segunda no, porque ella tiene agarrado el vestido temiendo que se lo volviera a subir.

Entrevistada en su oficina la mañana de este miércoles, a la especialista le llama la atención que Ramírez Villanueva ofreció disculpas a Rosita, a su mamá y a su padrastro. Como diciendo: ‘a todos los demás no tengo por qué pedirles disculpas porque no les hice nada’, aunque luego, prácticamente animado por Adela, también incluyó a las personas que se sintieron agraviadas por el hecho.

- ¿Crees que ahorita él dimensiona lo que hizo o todavía no le cae, por cómo se le escucha?.

- Yo creo que él está molesto, para mí que alguien lo mandó a disculparse, pero no por su propio pie. Para él puede ser que estemos siendo unos exagerados y muy probablemente lo esté viendo como un golpe político.

Él puso los ojos de muchísimos medios en su fiesta de cumpleaños y si esto lo quiso hacer simpático como el ‘sí robé, pero robé poquito’, pues le salió mal. Él está enojado, no avergonzado.
- ¿Si Hilario Ramírez viniera a este consultorio, qué necesita?.

- No llega, este tipo de hombres nunca llega a un consultorio. Para llegar a una clínica, a una atención psicológica-psiquiátrica primero se necesita reconocer que se está mal, que se necesita ayuda y reconocer que no funciona. Nunca va llegar, por lo menos no pronto, así caiga en depresión, enojo, ira; primero es derrotarte ante la enfermedad y saber que solo no puedes. Para acudir con un profesional de la salud mental primero tengo que reconocer que algo está pasando en mi vida y que necesito el apoyo y la guía de alguien más.

- ¿La ayuda la ocupa, no?.
- Para el nivel de vida que tiene, él es un ser humano que así es y vive feliz, yo creo que quien más ocupa la ayuda es quien votó por él.

- ¿Y Rosita?, hay quienes se han enfocado en ella y le han pegado con todo.

- Hay quienes dicen: ‘yo le suelto una cachetada y me bajo, no sigo bailando’, o quienes dicen: ‘parece que le gustó, porque todavía se va a bailar con uno de la banda y casi la acuesta’. Si lo hablamos desde el punto de vista profesional psicológico, no sé qué edad tenga Rosita, pero muy probablemente es una persona que ve a la figura de Layín como una máxima autoridad, un máximo jefe, y que ella esté sometida ante la autoridad. Entonces nunca le da la seguridad para soltarle una cachetada y ante el shock de lo que pasa, ella sigue bailando. Yo, como profesional, veo que hubo un impacto, un shock, no supo qué hacer y en el descontrol fueron las conductas que tuvo.
Necesitamos saber qué edad tiene porque eso dice mucho, así como aspectos sobre la influencia del presidente municipal en ella o en su familia.

Cuando nosotros tenemos un shock emocional muy grande, viene una desorganización mental y esa desorganización tarda su rato y es cuando tendemos a hacer cosas que en nuestra vida hubiéramos hecho; en ese shock emocional de Rosita, pudo haber sido el hecho de seguir bailando. No lo cacheteo, no hallo qué hacer y voy y jalo a uno de la banda. Fue algo así como querer desaparecer, que no se viera todo esto. Para mí, hubo un shock emocional.

Hay otra parte que a Jiménez Agraz le llama la atención:

Si nos ponemos a analizar otro aspecto, su ropa interior no es la de una mujer seductora o que iba con malicia, ni pensar que se lo buscó, porque sus pantaletas parecen de una niña y nosotros sabemos que en la costa, el tipo de ropa que se lleva es la más cómoda. Su ropa interior no es la de una mujer de mundo, ni de una mujer –por decirlo de alguna manera- de muchos alcances. Una mujer de mundo no trae pantaletas completas.

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