EL ITACATE: Reliquias de Esclavitud Atávica

Por Agustín Almanza Aguilar

05 / Marzo / 2015

El Derecho Canónico exige auspiciar esos ‘tesoros de la fé’, como son las reliquias, y pide que, en todo lo posible, cada capilla o altar tenga una, siendo los objetos remitidos desde el departamento del Palacio Apostólico del Vaticano, más conocido como ‘El Archivo de las Reliquias’.

La llamada ‘Sábana Santa’ sería una de ellas, pero, ¿es verdaderamente una ‘reliquia’?...

Hubo reliquias que hicieron ‘milagros’, o curaban enfermedades crónico degenerativas, y en las Sagradas Escrituras se nos mencionan casos de curaciones milagrosas (Mateo IX, 20-21; Hechos XIX, 12; IV Reyes, XIII, 21 Sin embargo en su veneración y culto ha habido fraudes y cosas curiosas, como el cráneo de un ‘santo’ –en la Edad Media- que llegó a tener más de nueve cabezas, todas tenidas como reliquias auténtica, y no se diga brazos y otras partes menos nobles.


Una irreverente teósofa llegó a escribir: Durante su estancia en Jerusalén vió un monje de San Antonio reliquias, entre las cuales había un pedazo de dedo del Espíritu Santo, que se conservaba incorrupto; la jeta (sic) del Serafín que se le apareció a san Francisco; una uña de Querubín; una costilla del Verbo hecho carne; unos cuantos rayos de la estrella de Belén; una redoma llana delsudor de San Miguel en su lucha con el diablo. Todo lo cual, dijo el monje, se lo habían llevado a su hospedaje muy devotamente.


Hablemos ahora de esto –también de la autora citada- : Un príncipe, llamado Radrivil, polaco, había sido distinguido por un Papa con un regalo, con unas reliquias. Su confesor –por otro lado- le había afirmado que las tales estaban bendecidas por la mismísima Virgen María, mediante la revelación de un sueño, y lo mismo le aseguraron una abadesa y un prior de un monasterio vecino. Para comprobarlo hicieron exorcizar a una ‘endemoniada’, que sanó tan pronto tocó el relicario (la caja, no la melodía gitana, conste), pero resulta que su tesorero, al terminar dicha ceremonia, le reveló al príncipe que había sustituido la caja, la cual original se había perdido al volver de Roma, y en la cual puso huesos de perro y gato

Pero en política, aquí éste ‘máfico’ y misterioso México, no cantamos mal las rancheras. Allá por el lunes 14 de enero del 2013, ese gran diario de ‘La Jornada’ publicó un buen reportaje, bajo la pluma de Mónica Mateos-Vega: Derrumbe del Oropel Óseo. Revela el INAH los estudios a los restos que yacían en el Ángel de la Independencia. En 2010, el país honró los huesos de venado y próceres patrios por igual. En la urna de Matamoros hay una mujer, y donde se cree que están los de Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez y Morelos hay niños, mujeres y ciervos


Esta información estuvo reservada dos años, antes del 2010, cuando el gobierno del ‘haiga sido como haiga sido’, Feli-Pillo Calderón, difundía con fanfarrias y cohetes, con certeza y ahínco, la autenticidad de esas reliquias de la Patria, mismas que, en solemne y lustrosa ceremonia, ante un público embelesado y políticos orgullosos del espectáculo que regalaban al pueblo, los huesos ‘de los Héroes que nos dieron Patria’ pasearon por las calles de la ciudad de México durante 2010, en ostentosos desfiles del Bicentenario de la Independencia –Mateos-Vega, dixit-. Una revoltura de fétidos huesos, llenos de hongos y a punto de convertirse en polvo, de animales y gente que nada tenía que ver con esos ‘héroes’, se encontraron guardados en las diez urnas de las criptas del Monumento a la Independencia


Iglesia y Estado; religión y política: factores sumamente importantes en esa ‘Industria de la Fé’. ¿Hasta cuándo despertará realmente el pueblo? ¿Hasta cuándo será verdaderamente independiente y libre de esos poderes esclavizantes? ¿Hasta cuándo recuperará la dignidad de Pueblo de México?


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