Recomienda IMSS a jóvenes evitar exponerse a ruidos estruendosos

* Los grupos de edad más expuestos a riesgos que pueden dañar la audición son los adolescentes y los jóvenes

10 / Marzo / 2015

Exponerse a ruidos que alcanzan 80 decibeles o más pueden causar el denominado trauma acústico, que consiste en la pérdida parcial o total de la audición de manera permanente y para la cual no hay cura, solamente puede prevenirse no exponiéndose a este tipo de contaminación, (ruido).
El coordinador de Gestión Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nayarit, Ausencio Dávalos González, informó lo anterior y señaló que exponerse a ruidos muy fuertes, en algunos casos por una sola vez y en otros por debajo de los 80 decibeles pero de manera prolongada y continua, son factores de riesgo para perder la capacidad auditiva.

Advirtió en la actualidad es común que en los llamados antros y bares el volumen de la música alcance hasta 100 o 110 decibeles, por ello el grupo de edad más expuestos a este riesgo es el de los adolescentes y jóvenes en general, quienes además suelen subir de manera exagerada el volumen a la radio tanto en casa como en el vehículo.

Otro tipo de contaminación por ruido es la que ocasionan las explosiones, las máquinas perforadoras de pavimento, la práctica de tiro al blanco o trabajar en industrias textileras o en aeropuertos, que se incluyen también como factores de riesgo para sufrir trauma acústico, pero se pueden prevenir con el uso equipos protectores, ya que la intensidad se reduce hasta 20 o 40 decibeles.

Indicó el especialista que el síntoma más claro de que puede haber un trauma acústico es escuchar un zumbido, el cual puede desaparecer a las 24 horas o permanecer por más tiempo y también se puede presentar el trauma acústico urbano o contaminación acústica, provocada por los ruidos de que en determinadas horas del día se escuchan en la ciudad.

El médico Ausencio Dávalos destacó que ante estos signos de alarma, se recomienda acudir a su unidad médica o clínica con su médico, para prevenir un daño mayor, y al mismo tiempo tratar de evitar entornos en donde haya música o ruidos muy fuertes y en su caso tomar las medidas preventivas correspondientes para proteger el oído.