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Las señoras de los señores
20 / Marzo / 2015
Por Jolumeca
Ixtlán del Río, Nayarit.- Las esposas o acompañantes de los caudillos tuvieron la participación pública que los presidentes esperaban de ellas; asistir a ceremonias, patrocinar obras asistenciales, cuidar de la casa y la familia, no dar problemas, actividades bastante pobres para este tipo de personalidades, nada ajenas a la que realizan las actuales primeras damas.
Doña, Virginia Salinas de Carranza, Doña María Tapia de Obregón, Doña Natalia Chacón de Calles y Doña Amalia Solórzano de Cárdenas, se ajustaron a su papel, a esta última, el señor Cárdenas, no quería que la llamaran la primera dama, pues según el general Cárdenas el pueblo de México había elegido al Presidente, pero no a su esposa, lo que permitió ver que eran simples aparadores.
Otro tanto se puede decir de Doña Clara Oriol, la esposa de Don Adolfo de la Huerta, una mujer discreta que cumplió su papel.Las esposas de los presidentes imperiales hicieron lo propio;Doña María Izaguirre de Ruiz Cortines, ya había sido casada y según don Gonzalo N. Santos, María le entró duro a los trinquetes mientras su marido fue presidente, nada ver con Fox.
Pero quien, de plano hizo ostentación del poder fue la señora Carmen Romano, quien viajaba con su Piano de Cola y hacia que se lo subieran a las habitaciones de los hoteles que ocupaba, cerrando restaurantes para evitar miradas discretas, siendo la primera que exigió que el estado mayor le asignara guardias permanentes, costumbre que hasta hoy prevalece.