DESDE MI OPTICA (ALLENDE) : CAYO DE LA GLORIA EL DIABLO

Por: Arturo Camarena Flores

13 / Abril / 2015

El subtítulo de esta columna es el de una película mexicana que vi esta semana por cable. Dirigida por Luis Estrada e interpretada por Ignacio López Tarso y Evita Muñoz Chachita quien ganó la Diosa de Plata por este trabajo. Aunque retrata la extrema pobreza de la clase proletaria del Distrito Federal fue premiada pues se filmó en 1971 y ya había pasado el escándalo provocado por la publicación del libro Los hijos de Sánchez que motivó la salida del director del FCE, Orfila, y la persecución del antropólogo social con pseudónimo Oscar Lewis a quien el gobierno mexicano calificó de calumnioso y obsceno en el nefasto y trágico sexenio de GDO y todo eso por haberse documentado la pobreza, la violencia doméstica, el hacinamiento y la promiscuidad en una colonia del DF. Era la época que el gobierno hablaba del milagro mexicano. Actualmente ya no es alarmante hablar de esos temas y Vicente Leñero adaptó la obra para el cine. Si menciono la película del título es por sus locaciones donde se ve el interior del antro preferido de nos, los estudiantes nayaritas en 1957, El Caracol, en la aguerrida colonia Guerrero y la entrada del cine Monumental de la avenida Hidalgo en donde asistíamos los paisanos a ver tres películas por un peso. Aunque el cine Opera estaba frente a la casa, el Rex a una cuadra y el cine Lux a dos, caminábamos diez hacia el Monumental. Para mi gusto James Cagney y Edward G. Robinson eran los mejores actores y las artistas de moda, Mirna Loy y Rosalind Russell entre docenas que nos hacían soñar con situaciones y aventuras increíbles. Dejaron su marca dos o tres películas; una cuando Charlon Heston es embarcado hacia la isla de los leprosos. En el muelle se le ve junto con su mujer y dos hijos pequeños. La siguiente toma en la canoa van el hombre y la mujer. Los niños solos en el muelle. Esas tres escenas finales son toda una lección de vida. Otra película inolvidable fue Cuando el destino nos alcance. Se trata del hambre, nuestra dolorosa compañera diaria pues incluso la casa del estudiante (Serapio Rendón 12) nunca contó con comedor. A veces íbamos de gaviotas al Pentatlón (Sadi Carnot 70), pues la mensualidad por las tres dizque comidas diarias en la casas de asistencia (La dromedaria y La cácara) era de ciento cincuenta pesos. Y seguido se retrasaba la mesada de trescientos pesos. A pesar de todos los obstáculos con tenacidad y esfuerzo la mayoría de paisanos salimos adelante. Es claro que el logro no se debió al cine sino a doce años de lucha sostenida hora tras hora, Ya a los siete años de estar en el DF mejoró mucho la estancia pues llegaron los trabajos y estrenamos zapatos Jean Pierre y Florsheim y la camisa Zaga fue cambiada por la Manchester y la Arrow. Quedó atrás la penuria y llegó la dulzura. Incluso en 1969 mi compadre el ingeniero electricista Luis Benítez Fuentes (IPN) y yo ya médico, (UNAM), en compañía de nuestras esposas íbamos al Rincón del Bohemio, a una sola cuadra del cine Monumental y casi enfrente pero por la avenida Juárez al Bar Montenegro, en el interior del Hotel del Prado que despareció por el temblor de 1985) a oír cantar a los Babys y a la trova yucateca. Puro desquite. El personaje de López Tarso, después de sus cinco minutos de gloria por haber sido televisado, siguió tragando fuego en la banqueta del Monumental pues nunca aprendió a leer y Chachita se quedó gorda, solterona y sin miel y sin jícara pues el tercero en discordia se ha de haber regresado de emigrante a los Yunaites. Año 1957 cuando el Ángel cayó por no volar en el terremoto y Pedro Infante por volar dejó de andar en moto. Cuántos recuerdos me trajo la película. LA moraleja de todo por si no quedara claro a los (las) que tengan una meta definida, ya sean estudiantes o sólo jóvenes, es que el esfuerzo siempre tiene su recompensa. Aunque el futuro se vea negro, la constancia lo aclara. La cuestión es no caer en la desesperación. Que la enfermedad o cualquier otro obstáculo no los detengan. En pleno 2015 aquí andamos como dice el son cubano: pa,lante, pa,lante, como un elefante.

Nos vemos en el merecido homenaje al gran amigo J. Lucas Cachi Vallarta Robles el próximo sábado 18 a las 11.00 horas en el teatro del IMSS.

Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit, AC (APENAC)