Nayarit Plural: ¡COMPRANDO ILUSIÓN!

Por Fernando Gutiérrez Meza

14 / Abril / 2015

La lotería nacional para la asistencia pública, un juego que se presenta en México desde el siglo pasado, participan en sus sorteos personas de distinta condición social, particularmente gente humildes que ven en la suerte la esperanza de mejorar su situación económica. Es tradicional encontrar en los portales de ciudades o pueblos ese tipo de estanquillos con vitrinas que exhiben los billetes, o en negocios ubicados en avenidas, en tiendas departamentales u ofreciéndolos mujeres o hombres en puntos de reunión como la central camioneras, plazas públicas o cafeterías. Los clientes de esos negocios acuden los martes, miércoles o viernes para adquirir el o los cachitos de su preferencia, y pasar las siguientes horas con la esperanza que la suerte les cambie y mañana será otro día.
Pero, no solamente los jugadores de sorteos de asistencia pública juegan esos tres días, también los domingos y miércoles le meten al melate, el lotto ganador, el chispazo o la quiniela deportiva, lo que significa que con una feriecita hay la posibilidad de ganar y olvidarse de buscar el empleo, poner el changarro o irse a trabajar con los malos que es donde siempre hay vacantes.

Los mexicanos somos un pueblo de creencias, tanto en lo religioso como de supersticiones, por lo que en los juegos de azar no se diga, todos más de alguna vez hemos jugado en cualquiera de los sorteos en comento, con la ilusión de pegarle al ¬gordo¬ de pérdida, pero no vayan a creer que al grasoso del candidato que llaman sus amigos el ¬gallo¬, sino al de la lotería. La crisis económica también se refleja en los estanquillos de lotería, pues la gente esperan la semana o quincena en que les pagan y adquirir los cachitos o papeletas con los números premiados.
Hay quienes comentan que hasta pegarle al melate cambia la vida de las familias, pues al saberse de esos nuevos ricos, surgen los amigos, los enemigos y las envidias, al grado de hacerse blancos perfectos hasta de secuestros de parte de las mismas autoridades, que son los primeros en saber que tal o cual hijo de cuico se la sacó y no para mear. Otros en su defecto, se la sacan sin comprar boleto, me refiero a los políticos que por ser incondicionales o cómplices obtienen un puesto de elección u obtienen un trabajo de secretario, subsecretario o delegado federal en donde en tres o seis años lograron amasar fortunas y asegurar el futuro de sus hijos o nietos.
Sin importar exista mérito o trabajo en tal o cual padrino, simplemente que lo decida el dedo divino y no me refiero al creador del universo, sino al señor (ra) ¬padrino¬ que tiene el control en la federación, estado o municipios. Tocante al punto referido líneas arriba, tiene razón el vocero de la diócesis de Tepic, Rafael Rentería, al exhortar a los ciudadanos a abrir y bien los ojos sobre el o la candidata que darán el voto, pues hay los que fueron electos por un periodo de tres años y todavía no cumplen y ya andan en otra campaña, eso no se vale y merece el castigo del pueblo. No obstante, quienes elaboran las leyes en las distintas cámaras ni de broma piensan en una iniciativa que prohíbe que quienes ostentan un cargo de elección popular busquen otro cargo hasta concluir su periodo.

Sería saludable se presentará una iniciativa en ese sentido, quién lo haría, pero también afectaría a aquellos que como changuitos brincan de una rama a otra en cualquier momento, o se evitaría que cambien de color de la noche a la mañana. Hubo una ex diputada que hubiese podido presentar un proyecto de ese tipo, pero ante el demasiado trabajo no le dio tiempo para eso, sumado al temor de en cualquier momento ser apresada, me refiero a doña Águeda Galicia, a quien le traen ganas desde que el licenciado Sigfrido estuvo de Secretario General, pero le han hecho lo que el viento a Juárez, aunque pudiera no cantar victoria todavía, pues en una de esas la tendríamos como huésped distinguida del CERESO, pero indudablemente bien atendida por el director Rafael Gamboa Soto, amo y señor de todo lo habido y por haber de ese centro de rehabilitación social, del que se dicen muchas cosas nada sorprendentes, ni nuevas, así es el manejo de los centros penitenciarios en el Nayarit de ayer, hoy y mañana.