REDESCUBRIENDO : Padres Violentos, Hijos Asesinos.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

21 / Abril / 2015

El día jueves 6 del mes en curso se dio a conocer la noticia de un joven que había asesinado a su padre. El hecho, sin duda, es incomprensible y perverso. Sin embargo, este tipo de acontecimiento no es nuevo. A lo largo de la historia de la humanidad se han registrado diferentes homicidios de hijos a padres, de padres a hijos y entre hermanos. El ejemplo emblemático es el asesinato de Caín a su hermano Abel. En este caso la motivación homicida fue la envidia y el enojo que Caín tenía contra su hermano Abel. Los ejemplos más recientes los tenemos en los Estados Unidos de América. Un sin fin de menores se han convertido en asesinos de compañeros de escuela, profesores y, algunos casos, de sus propios padres. Pero ¿por qué un joven, niño o adolescente puede llegar a cometer tal acción de matar a su padre? Tdo radica en la familia y la convivencia entre sus miembros. Aquí algunas explicaciones:

I. Familia inflexible violenta.

En este tipo de familia se enfatiza de forma excesiva el control, la obediencia ciega e incuestionable a las reglas y establece una jerarquía de poder. En ese sentido, se describen algunas características importantes de este tipo de familia:El padre de familia es la única autoridad y siempre gana; las reglas se cumplen a través de amenazas y castigos; uso de la humillación; ambiente familiar de miedo; el amor es sobornado.Este tipo de familia favorece el resentimiento, la agresión y los odios, además altera el comportamiento de los hijos, se vuelven más insensibles y menos compasivos; no les importa el dolor ajeno y origina diferentes conductas delincuenciales como: el robo, la egresión, el uso de drogas y daños a propiedad privada.
II. Familia inconsistente débil.
Este tipo de familia, contraria a la anterior, carece de estructura firme y de aplicaciones de consecuencias disciplinarias. En este tipo de familias prevalece la permisividad y la total libertad sin límites. En este caso los padres no se preocupan por establecer reglas y se les dificulta la negación de solicitudes que hacen sus hijos como: permisos, dinero o cualquier otra actividad que requiere la aprobación de un adulto. El desinterés y la apatía por las actividades de los hijos es lo más común. Por lo regular, en este tipo de familias ni papá ni mamá saben los gustos y preferencias de sus hijos, desconocen si están entrando a sus clases, y si están en edad de trabajar no se interesan por saber en qué y en dónde lo hace. Ignoran por completo los hábitos de sus hijos fuera de casa, y cuando son descubiertos en alguna falta la llamada de atención es débil, inconsistente o, en el peor de los casos, no se amonesta o advierte, mucho menos se reprueba la acción. (Amaya 2010)

Los padres de estas familias son permisivos, y por lo regular minimizan las faltas de sus hijos. Existe una desproporcionada consideración hacia el pequeño a joven, impidiendo el establecimiento de límites y careciendo de firmeza a la hora de proporcionar una indicación o recomendación. Las características principales de esta familia son las siguientes: Los castigos y los premios son inconsistentes e injustificados; segundas y terceras oportunidades son dadas arbitrariamente; niños abandonados, es decir, padres presentes físicamente; pero ausentes emocionalmente y el amor es condicionado. Atendamos a las recomendaciones, para evitar tragedias. Hasta la próxima. Conferencista y Terapeuta Familiar. Consultas Celular 311 136 89 86.