Falso que haya unidad priista; cuando se dan con todo COPADES y Seccionales

05 / Mayo / 2015

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla, Nayarit.- La comida que priistas identificados como COPADES le hicieran al candidato a diputado federal Efraín Arellano Núñez, por conducto del regidor Edwin Carrillo Meza, se salió de control al acudir a la misma alrededor de 80 personas, cuando la cifra pudo haberse cuatriplicado si se hubiese abierto el abanico.

Personajes, como fue el caso del presidente de la asociación ganadera local Faustino Haro Beas, entre otros se apersonaron en el poblado de la Presa, para reprocharle al regidor del poblado de Sauta Edwin Carrillo su falta de sensibilidad por no haberlos invitado, es que la comida se la ofrecieron al Gallo, los vecinos del poblado de la Presa, diría en su defensa Carrillo Meza. Cosa totalmente falsa, ya que el reportero presenció como al final Edwin sacaba de su bolsa dinero para pagar tortillas, la limpieza del local una vez terminada la comida, etc., en el interior un grupo de mujeres identificadas como seccionales le decían al presidente del PRI en el municipio Amado Vargas, que no se Amado, que en estos momentos cuando el priismo debe de estar unido ya que se avecina la contienda electoral del domingo 6 de junio se nos discrimine, la demarcación número 8 la comprende los ejidos del Tizate, Sauta, San Isidro, Valle Zaragoza, el Papalote, el Corte, la Presa y el Turco, y a todos se nos debió de haber invitado para estar presente en esta comida en honor al candidato del PRI a diputado federal Efraín Arellano Núñez.

En fin la mañana del pasado sábado un vendaval de reproches recibió tanto el presidente del partido tricolor Amado Vargas y el regidor Edwin Carrillo, el primero de las personas que solicitaban su intervención para que se terminara el divisionismo, que dijeron, implementan los Copades del diputado Benigno Ramírez Espinoza, al segregar a los seccionales como es el caso de Hugo Huerta, y a Edwin por las burradas que comete amparado en su analfabetismo crónico político.Sea por Dios.