LIBRE PENSAMIENTO: CACIQUES PERNICIOSOS

/ JULIO CASILLAS BARAJAS

22 / Mayo / 2015

Desde luego que l@s grandes líderes sindicales de México son lo que parecen y lo que aparentan: viejos dictadores, caciques depredadores, el club de la eternidad. Así opinan la mayoría de los mexicanos. Ejercen una relación perversa con el poder lo que a lo largo de los años les ha permitido forjar una antidemocracia evidente que los ha convertido en representantes emblemáticos de lo antiguo de lo vetusto.

Además, fíjense bien: no admiten la crítica, ni ejercen la autocrítica, pero son adaptables a cualquier escenario, situación o ideología, Un despotismo ilustrado caracteriza su comportamiento pero el fraude no radica en engañar a sus representados, sino en que han traicionado sus principios.
La realidad nos demuestra que solamente la muerte o la cárcel son capaces de arrancarles su liderazgo.
Todo esto fue publicado en el libro de Francisco Cruz Jiménez: Los amos de la mafia sindical, donde revela ocho historias de larga duración que muestran no sólo a los ocho dirigentes más poderosos del país, sino las perversiones y deformaciones de una burocracia sindical que se queda con la enorme fortuna de las cuotas de sus agremiados, sobre las que no hay transparencia ni control, y pintan la triste y compleja historia de una realidad. Mal informados pero llenos de privilegios y canonjías los trabajadores dominados por los caciques disfrutan de la cómoda posición de allegarse lo que sus líderes caciques les consiguen, sea cual sea el método.

Cada uno de los caciques del magisterio, la burocracia, las universidades (aquí en Nayarit tenemos varios ejemplos), cobra cuotas, vende contratos, monopoliza rubros enteros del quehacer económico, azuza crisis a su conveniencia y todavía se hacen las víctimas cuando la contraparte no cede a sus ambiciones y caprichos. Los patrones blandengues son una comodidad para lucrar a sus costillas y del pueblo.
Siempre hay patrones y/o políticos que les venden y compran protección; sin embargo, cada empleado debe aportar sus centavitos para el engrandecimiento de estos líderes corruptos dotados de casotas, carrotes, pulserotas, cuentotas de bancos, viajes, un sinfín de excesos que lastiman a la propia clase trabajadora y a los demás segmentos sociales sumidos en la pobreza.
Dice la gente que los caciques llegaron para a nadie rendirle cuentas; y nadie que se las pida. Con su fuero son resistentes a la Secretaría de Hacienda y a la del Trabajo, y además están blindados ante el IFAI; no los toca el Poder Judicial, con sus excepciones muy contadas y en el Poder Legislativo los admiran. Como diputados y senadores hay caciques incrustados pese a permanecer en sus cargos sindicales cerca de 30 años, y muy orondos hablan de ‘democracia’.

En pocas palabras ellas y ellos se alían incluso al cuarto poder para sobrevivir y hasta publican sus hazañas en sus propios medios. Son los dueñ@s de México y cantan victoria.
Agregando que en Nayarit queda como anillo al dedo este ejemplar trabajo periodístico del que comentamos, por la insistencia de la dirigencia del SUTSEM de perpetuarse en el poder sindical y reelegirse por otro periodo más, luego de 33 años de permanecer en la Secretaría General del organismo, la dirigente quiere más. Y encaja el ejemplo de otros líderes universitarios deseosos de seguir ese mismo camino.

En México la sociedad ya no soporta a los caciques y manifiesta su rechazo a la eterna necesidad (cinismo) de éstos de comandar las luchas de los trabajadores, saqueándolos y explotándolos sin rendir cuentas del dineral que manejan, sin transparentar los ingresos que han logrado en decenas de años ni en informar el qué, quién dónde, cuándo, el ABC de la honradez en los recursos y propiedades que manejan. Quizá algo han aportado a la clase trabajadora que los mantiene al frente, pero dudamos que las fortalezas sean más que las debilidades y excesos que se notan por doquier.
VEREMOS Y DIREMOS